El aeropuerto de la isla griega de Skiathos es uno de los seis más peligrosos del mundo. Sus aterrizajes en una pista de tan solo 1.628 metros de longitud requieren un entrenamiento especial de los pilotos. Los pasajeros experimentan la ilusión de caer al mar, mientras turistas arriesgan al límite pese a la prohibición de grabar cerca de la pista.
Sostienen que "las condiciones en Venezuela amenazan la seguridad de los pasajeros, las aeronaves, y las tripulaciones que viajan hacia o desde ese país”
La Policía informa de que se observaron UAV hasta 50 veces durante un periodo de 24 horas desde el miércoles por la noche, cuando debieron suspenderse las operaciones.