"Entender que al menos 20.000 niños ucranianos han sido secuestrados, llevados a Rusia y muchos de ellos en adopción, es realmente doloroso y una gran desmoralización para las familias y el país en general".
La medida fue comunicada el pasado martes por el Ejecutivo del país, que destaca que en el último medio siglo se han producido 40.000 adopciones de menores extranjeros.