Son de sobra conocidos los efectos del sedentarismo en nuestra salud, por lo que realizar actividad física adaptada a las condiciones y nivel de cada uno es innegociable, sobre todo a medida que se van cumpliendo años si no queremos ver debilitados nuestros músculos y huesos.

Si se está en la treintena y además se tiene el objetivo de tener un cuerpo que, además de fuerte, esté definido, desde ED.Fisica han seleccionado las tres disciplinas ideales con las que lograrlo.

Éstos son pilates, entrenamiento funcional (que incluye circuitos con kettlebells, TRX y con el propio peso corporal) y entrenamiento interválico de alta intensidad (conocido como Tabata).

Sobre el pilates destacan que es una modalidad de bajo impacto que además de fortalecer el core y la espalda, mejora la postura y es bueno contra el dolor. "Además, tonifica sin aumentar de volumen", indican, puesto que los movimientos lentos y controlados lo que hacen es desafiar la resistencia y estabilidad, definiendo los músculos.

La recomendación es iniciarse de la mano de un instructor cualificado, para aprender bien la técnica de los ejercicios, así como a acompasar la respiración y adaptar el nivel para no forzar.

El entrenamiento funcional, por otro lado, involucra múltiples grupos musculares y "acelera el metabolismo". Se desarrolla la fuerza a través de diferentes desafíos, por lo que el aburrimiento está descartado.

Por último, sobre Tabata, el entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT), recuerdan que suponen 20 segundos de ejercicio a máxima velocidad, seguidos de 10 de descanso y vuelta a empezar durante varias rondas hasta llegar a los cuatro minutos.

"Un metanálisis de 2023 descubrió que el HIIT redujo significativamente el porcentaje de grasa corporal y aumentó la masa magra", subrayan. Eso sí, siempre hay que aplicar el sentido común e intentar progresar gradualmente según la condición física de cada uno para evitar lesiones.