Un país democrático tendría que poner fin sin más demora a ese martilleo cotidiano contra Pablo Iglesias e Irene Montero por parte de grupúsculos intolerantes.
Tanto el ministro Jose Luis Ábalos, como el vicepresidente Pablo Iglesias y la ministra Irene Montero han sufrido escraches recientes en sus viviendas.
No soy yo quien tiene que cambiar su estilo de vida. Son los acosadores quienes tienen que callarse, aprender modales y empezar a respetar a las mujeres.