Interior ordena reforzar la vigilancia ante los escraches a ministros para evitar "actitudes de acoso"
Tanto el ministro Jose Luis Ábalos, como el vicepresidente Pablo Iglesias y la ministra Irene Montero han sufrido escraches recientes en sus viviendas.
El Ministerio del Interior ha ordenado reforzar la vigilancia ante los últimos escraches en los domicilios particulares de algunos ministros para evitar “actitudes de acoso” tanto hacia los políticos como a sus familias, han informado a Europa Press fuentes del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska.
Estas fuentes oficiales defienden que las indicaciones para estar “especialmente vigilantes” se encuadran en las actuaciones habituales que desarrollan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en este caso ante las protestas en las viviendas particulares en señal de rechazo por la gestión del Gobierno en la crisis sanitaria derivada de la covid-19.
En lo referente a caceroladas y otras protestas en la vía pública, Interior sostiene que la Policía ya se ha desplegado “y se seguirá desplegando” en aquellas calles y zonas donde entienden que es necesario para preservar la protección de la salud, de acuerdo a lo dictado por el real decreto del estado de alarma por la pandemia de coronavirus.
“Se levantan las correspondientes propuestas de sanción ante los comportamientos graves”, subrayan estas fuentes, que niegan ―como ya hizo Grande-Marlaska en otras intervenciones públicas― que haya órdenes políticas o que directamente se pretenda suspender el derecho de manifestación o las protestas.
Casi un millón de multas durante el estado de alarma
Desde que se aprobó el estado de alarma el 14 de marzo se han dictado casi un millón de multas en aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana, la conocida como ‘ley mordaza’.
Las imágenes con escraches en la vivienda en Madrid del ministro José Luis Ábalos y en la casa en Galapagar del vicepresidente Pablo Iglesias y la ministra Irene Montero han generado un debate en torno a la condena por estos actos y los reproches a los dirigentes de Unidas Podemos, ya que defendió en el pasado este tipo de protestas que bautizó como “jarabe democrático”.
Por su parte, el portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha calificado en un tuit de “neonazis, pijos y maleducados” a los participantes en los recientes escraches.
Según Echenique, un escrache es una “concentración de gente humilde a la que le han quitado la casa y dejado en la ruina una panda de ladrones de cuello blanco”, y lo ocurrido con los dirigentes de Podemos es una “concentración de pijos pudientes y maleducados y algún que otro simpático neonazi”.