175 millones de personas al margen del crecimiento económico en América Latina y Caribe
A pesar del crecimiento económico de América Latina y Caribe, que redujo la pobreza extrema a la mitad entre 2003 y 2012, actualmente todavía 175 millones de personas son pobres en esta zona, según datos de la Comisión Económica para América Latina y Caribe. La pobreza crónica es algo que afecta tanto al medio urbano como rural, pero se estima que el 75% de los pobres en el mundo se concentran en el sector rural.
A pesar del crecimiento económico de América Latina y Caribe, que redujo la pobreza extrema a la mitad entre 2003 y 2012, actualmente todavía 175 millones de personas son pobres en esta zona, según datos de la Comisión Económica para América Latina y Caribe. La pobreza crónica es algo que afecta tanto al medio urbano como rural, pero se estima que el 75% de los pobres en el mundo se concentran en el sector rural. Una población que vive aislada de los servicios básicos de primera necesidad como luz, agua y sanidad.
El terremoto que sufrió Ecuador el pasado 16 de abril arrasó varias poblaciones de las provincias costeras de Manabí y Esmeraldas. Los daños causados agravan la situación de pobreza ya existente en el país antes del terremoto, declarando seis provincias en emergencia: Esmeraldas, Santo Domingo, Manabí, Guayas, Los Ríos y Santa Elena.
Para los pobres crónicosm así como para los afectados por el terremoto, las posibilidades de salir de la pobreza en el futuro cercano son precarias. El crecimiento económico por sí solo ya no es suficiente para sacar a los pobres crónicos de la pobreza, siendo necesario un compromiso internacional que ayude a estas personas a tener un futuro justo.
Los Fantasmas del Chimborazo
Desde CODESPA hemos impulsado la campaña "Fantasmas del Chimborazo", para sensibilizar sobre la invisibilidad de estas personas. Personas con nombre y apellido que tienen una historia que contar y el derecho de ser escuchados. La campaña quiere hacer visibles, de una forma diferente, a todas esas personas pobres que actualmente están siendo excluidas del sistema.
Según un informe realizado por el Banco Mundial junto al Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, uno de cada cuatro latinoamericanos vive en situación de pobreza crónica. En el caso de Ecuador, las comunidades donde viven Alfredo, Rosa, Virginia y Guido, protagonistas de nuestra campaña, ya eran pobres antes del seísmo.
La campaña quiere hacer visibles a todas estas personas y darles la voz que la pobreza les ha negado. Además, queremos mostrar cómo la pobreza "ataca" a las personas provocándoles sentimientos, emociones... que hacen que su día a día sea tremendamente duro:
- Alfredo nos habla de soledad y que, al igual que él, 400 millones de personas no tienen acceso a servicios básicos de salud. Alfredo vive en la sierra de Chimborazo y la pobreza le ha aislado, no teniendo acceso a los servicios básicos.
- Rosa centra su testimonio en la injusticia. Cómo la invisibilidad es que 62 personas tengan la misma riqueza que 3.600 millones de personas pobres en todo el mundo. Rosa siente que los comerciantes se aprovechan de ella, no pagando precios justos por su panela e invisibilizando todo su trabajo.
- Virginia nos recuerda la discriminación de la mujer, que aunque ocurre en todos los países en las zonas con pobreza crónica se agrava. Ser invisible es ganar hasta un 30% menos que un hombre sólo por ser mujer. Virginia siente esta invisibilidad por parte de los hombres. Vive el racismo en su piel. Se siente apartada, sin tener las mismas oportunidades que los hombres. Cuando participa en las reuniones de la comunidad, se siente como si fuera un fantasma.
- Guido explica la desconfianza. Ser invisible es pertenecer a las 2.000 millones de personas que no tienen acceso a una cuenta corriente en un banco. Siente la desconfianza cada día. Lucha porque le den una oportunidad para mejorar; necesita un microcrédito... que le presten algo de dinero para poder invertir en sus tierras y así ofrecerle un futuro mejor a su familia. Pero nadie confía en él.
Desde CODESPA llevamos en Ecuador desde hace 30 años impulsando el desarrollo económico y social de la población más vulnerable. Tras el terremoto, hemos iniciado un nuevo proyecto que además de ofrecer ayuda de primera necesidad a los afectados por el terremoto en el sur de Esmeraldas, daremos formación y las herramientas necesarias para reactivar su economía con el objetivo de invertir en su desarrollo y que puedan tener ingresos que les saque de la pobreza.