El mejor equipo del mundo
No es la victoria de la furia, sino de la inteligencia, del esfuerzo, del talento individual puesto al servicio de un equipo.
Desafiando todas las estadísticas, burlando las probabilidades, plantando cara a los miedos, La Roja vuelve a proclamarse campeona de Europa y su triunfo nos regala a los españoles una felicidad de la que estábamos hambrientos. ¡Qué manera de jugar!
La seguridad que han demostrado en el campo los jugadores de la Selección es apabullante, y es la demostración de que hay proyectos comunes que funcionan. No es la victoria de la furia, sino de la inteligencia, del esfuerzo, del talento individual puesto al servicio de un equipo. Resulta una tarea casi imposible elegir de este equipo una sola figura que haya sido decisiva por sí sola en esta Eurocopa, como imposible es explicar la eficacia colectiva sin la seguridad de Casillas, la lucidez de Iniesta, el instinto de Cesc, la revelación del jovencísimo Alba, la solidez de Piqué, de Xabi Alonso o de Xavi Hernández; el hambre de gol de Torres, la seguridad de Sergio Ramos, y así de todos y cada uno del equipo... Un grupo tan variado y complejo como el país al que representan.
Vicente del Bosque ha vuelto a demostrar que es un director de orquesta excepcional, capaz de hacer brillar a cada uno de los instrumentos sin que los solistas apaguen al grupo. Su manera de leer los partidos, su actitud sin estridencias, sin chulerías, con respeto hacia el contrario y su generosidad es una clase magistral de cómo entender el liderazgo.
"Hacemos fácil lo difícil", decía el capitán Casillas después de levantar la Copa de Europa. Lo fácil ahora es extrapolar las virtudes de la Selección para utilizarlas como espejo de lo que este país necesita con urgencia; pero sería absurdo no leer este último triunfo como una lección de cómo la habilidad personal puede conjugarse de manera colectiva para que ningún objetivo sea imposible.
Enhorabuena, España. Necesitábamos algo así.