Las tres claves de la felicidad
Aprender a perdonarnos es aprender a vivir, y la vida sin perdón es el fracaso del ser humano. Si nos perdonarnos por las decisiones que tomamos en el pasado y dejamos de sentirnos culpables por las difíciles situaciones que vivimos en el presente, tendremos fuerzas para rectificar.
Si nos preguntaran si queremos ser felices, salvo casos extremos, la mayoría contestaríamos afirmativamente, pero si nos pidieran que identificáramos las tres claves de la felicidad, muchos de nosotros tendríamos dificultades para encontrarlas.
Perdónate bien
La clave para ser feliz puede ser una sencilla premisa pero que solo conoce el 2% de la población: perdonarnos a nosotros mismos.
Aprender a perdonarnos es aprender a vivir, y la vida sin perdón es el fracaso del ser humano. Si nos perdonarnos por las decisiones que tomamos en el pasado y dejamos de sentirnos culpables por las difíciles situaciones que vivimos en el presente, tendremos fuerzas para rectificar hoy lo que hicimos ayer.
Perdonarse es una maravillosa forma de quererse y de saber que nuestra valía no está en nuestros conocimientos, sino en la asunción de nuestras limitaciones.
Perdonar no siempre es olvidar, pero nos devuelve la paz, premia nuestros esfuerzos y nos reconcilia con nosotros y con los demás; especialmente cuando en nuestros actos no ha habido maldad ni egoísmo, cuando no hemos querido engañar ni abusar de nadie, cuando inmediatamente hemos reaccionado y hemos intentado reparar el daño causado.
La culpa quita mucha energía: hay personas buenas y generosas a las que les cuesta salir de situaciones difíciles, lo pasan mal y no saben por qué. Analizándolo en profundidad hemos llegado a la conclusión de que se exigen mucho, se sienten responsables de lo que sucede a su alrededor y se perdonan poco.
Quiérete mejor
Los psicólogos somos conscientes de que una persona con buenos amigos tiene un soporte emocional importante, que le ayudará en los momentos difíciles y le servirá también para disfrutar de la vida con más intensidad. Por el contrario, una persona sin amigos resulta muy vulnerable.
Pero hay gente que hace lo imposible para tener amigos a cualquier precio, y pueden llegar a sentir tanta dependencia que llegan a caer con facilidad en la manipulación, incluso en la extorsión a manos de personas poco éticas, que se aprovechan de la debilidad que muestran.
Recordemos que una persona segura es una persona que admite sus fallos, que intenta aprender de los mismos y que no se considera fracasada por haberse equivocado.
Desde la psicología sabemos que podemos aprender a querernos bien. Si lo hacemos, estaremos más cerca de alcanzar la felicidad que anhelamos. Lo conseguiremos si nos perdonamos cada vez que sentimos que hemos fallado y nos mimamos todos los días del año.
Coge las riendas de tu vida
La principal herramienta para coger las riendas de nuestra vida será el perdón a nosotros mismos. El perdón nos permitirá ser dueños de nuestras emociones.
Muchas personas que aparentemente lo tienen todo, carecen de la sensibilidad para apreciarlo y se sienten permanentemente insatisfechas, porque desconocen que la felicidad está en las pequeñas cosas y que somos muy privilegiados.
La flexibilidad será otra de las grandes enseñanzas. Nuestra cultura nos ha enseñado a ser bastante inflexibles con nuestras ideas o nuestros puntos de vida. Cuando una persona no es flexible, es imposible que sea feliz. Además, será una persona injusta en las relaciones con los demás.
Pero... pocas personas hay tan inflexibles como las personas envidiosas, que nunca están satisfechas, y que a pesar de lo mucho que tengan, siempre anhelan lo que les falta, lo que no pueden comprar, o lo que jamás serán capaces de sentir; no obstante, no nos equivoquemos: son peligrosas, por eso conviene tenerlas lejos, no darles ninguna confianza y mostrarnos indiferentes ante sus provocaciones y sus miserias.
Decálogo para ser feliz: aprendamos de la psicología
- La psicología es la ciencia que estudia la conducta y las razones de nuestros comportamientos. Nos ayuda a conocernos en profundidad y a descubrir cómo son las personas que nos rodean. También nos facilita los medios para desactivar tensiones y alcanzar acuerdos razonables.
- La psicología nos enseña a ver lo que el ojo humano no percibe y a escuchar lo que las palabras no dicen.
- La psicología nos proporciona los recursos para evaluar y analizar los hechos y las conductas; incluso los pensamientos y las causas que mueven o paralizan a las personas.
- La psicología nos muestra que somos poco libres, que en la mayoría de los casos actuamos basándonos en experiencias pasadas o en expectativas futuras.
- La psicología nos permite visualizar los errores y los aciertos; las dudas y las seguridades, las incertidumbres y las certezas.
- La psicología nos enseña a distinguir entre la verdad y el engaño, la autenticidad y la mentira, el escenario de la vida y la ficción de las interpretaciones.
- Recordemos que una de las grandes enseñanzas que nos proporciona la psicología, y el trato constante con el ser humano, es la necesidad de perdonarnos y de aprender a perdonar.
- El perdón nos facilita el conocimiento de las auténticas motivaciones que están en la base de las conductas y comportamientos que nos afectan.
- El perdón a nosotros mismos nos traerá el equilibrio que tanto necesitamos, y el perdón a los demás nos liberará de la tensión y del desgaste que provoca el resentimiento.
- El perdón nos permitirá constatar que no hay felicidad sin sensibilidad, ni sabiduría sin flexibilidad.