Rusia se inventa un poderoso túnel para hacerse de oro
Las ventas de gas se han ido a pique por el veto de los países europeos, por lo que toca mirar a otros mercados.
El imperio del gas ruso se desmorona. Su economía crece pero es a costa de la coyuntural industria de guerra y del petróleo, que sigue teniendo buena compra, pero no del gas. Las sanciones internacionales impuestas a Moscú por su invasión de Ucrania y el tijeretazo a las relaciones energéticas con la Federación, especialmente por parte de Europa, dibuja un panorama sombrío para los de Vladimir Putin.
Por eso, toda apostar por otros puntos del planeta y por otras canalizaciones hasta ahora menos potenciadas. Entre ellas está el gasoducto Power of Siberia, que el régimen se plantea impulsar y acelerar, vista su necesidad. Un túnel imprescindible, vistos sus números actuales.
Según informa el norteamericano Newsweek, Moscú va a reforzar sus relaciones con China para que esta canalización alcance su plena capacidad este año y canalice 38.000 millones de metros cúbicos a Pekín anualmente.
Hablamos de un gasoducto que exportaría volúmenes aún mayores de gas desde Siberia occidental al noreste de China. "China ha estado muy callada sobre el tema, pero sabemos que son receptivos al proyecto, siempre que consigan un buen acuerdo de precios", afirma Chris Weafer, director ejecutivo de Macro-Advisory, a la citada revista.
"Aunque China juega duro con los precios, y ciertamente tiene todas las cartas en la actualidad, los funcionarios allí admiten que quieren más gas a través de rutas de suministro seguras. Les preocupa un futuro conflicto con los Estados Unidos que podría interrumpir las líneas de suministro críticas que ahora llegan por barco. Los oleoductos desde Rusia y Asia Central son más seguros y, al menos por ahora, más baratos", añade.
Este medio sostiene que, más allá de la cooperación que supone este tipo de infraestructura, explica también que el gigante asiático es uno de los principales beneficiarios del hundimiento del gas ruso y sus mercados de siempre. El gigante gasístico ruso Gazprom Group, controlado por el Estado, informó el año pasado de pérdidas de dinero por primera vez en más de 20 años y el aumento de las exportaciones a China, aunque con descuentos, no logró compensar las pérdidas en Europa.
El 2 de mayo, el mayor productor de gas natural del mundo informó una pérdida neta de 6.900 millones de dólares, muy lejos de lo que se había pronosticado, lo que hizo que las acciones de Gazprom en la Bolsa de Moscú cayeran un 3,5%.
Era la primera vez desde finales de la década de 1990 que Gazprom había informado de una pérdida, después de seguir siendo rentable durante la Gran Recesión, el Covid-19 y más de un año de sanciones occidentales por la invasión de Ucrania por parte de Moscú en 2022.
El gas natural, junto con el petróleo, representó más del 40% de los ingresos del gobierno entre 2011 y 2020.
Las exportaciones de gas a Europa, que anteriormente era el mercado más grande de la industria rusa, ahora están severamente restringidas, y las naciones europeas buscan diversificarse desde la invasión para castigar al Kremlin, así como reducir la dependencia de los combustibles fósiles en general.
China salvadora
La Unión Europea obtuvo solo el 13% de su gas de Rusia en el cuarto trimestre del año pasado, frente al 33% en el mismo período de 2021, según Eurostat.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, las exportaciones de gas natural y petróleo a China han compensado parte de los negocios perdidos por Moscú en Europa. Por eso se apuesta por la conexión con Siberia, para potenciar un flanco donde nunca ha habido abandono por parte del aliado chino.
El Centro Carnegie de Berlín, Sergey Vakulenko, estimó que Gazprom obtuvo 5.500 millones de dólares de los 22,7 bcm que vendió a China el año pasado. Esta suma es la mitad o menos de la cantidad que el conglomerado ruso habría recibido del mercado europeo a precios europeos.
Hasta finales de 2027, Rusia exportará gas a China a un ritmo un 28 por ciento menor que sus exportaciones a los clientes que todavía tiene en Europa.
Este año, los flujos de gas con destino a China tienen un precio de 257 dólares por 1.000 metros cúbicos, frente a los 320 dólares para los destinos occidentales. Se espera que China pague aún menos con el tiempo entre 2025 y 2027