Putin sale a la caza de cruces

Putin sale a la caza de cruces

Los planes del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, de financiar militarmente a Ucrania chocan con la cuestión de la persecución religiosa.

Una iglesia desde un edificio de apartamentos que fue destruido por tropas rusas.Pavlo Bahmut / Ukrinform/Future Publishing via Getty Images

Los planes del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, de financiar militarmente a Ucrania para hacer frente a la invasión rusa desatada por Vladimir Putin en febrero de 2022 chocan entre los republicanos del Congreso con la cuestión de la persecución religiosa. 

Así lo ha señalado el Instituto Hudson, un think tank conservador de Estados Unidos. Este apunta que muchos congresistas republicanos creen que "Rusia está 'protegiendo al cristianismo'", como dijo el lunes la representante por Georgia Marjorie Taylor Greene. "Estos miembros republicanos están siendo engañados por la propaganda rusa, incluida la afirmación de que la guerra de Rusia contra Ucrania es contra el satanismo", señala el think tank. 

"El derrocamiento de la fe y los valores tradicionales y la supresión de la libertad se asemejan a una 'religión al revés': satanismo puro", dijo Putin hace dos años, en un discurso sobre la intención de Rusia de anexionarse la Ucrania ocupada. 

Sin embargo, la invasión y devastación de Ucrania por parte de Moscú han contribuido a que el Departamento de Estado de Estados Unidos y la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) consideren que Rusia figura entre los perseguidores religiosos del mundo que más preocupan. 

Rusia persigue de manera "atroz" y "sistemática" a una amplia gama de iglesias cristianas, excepto la Iglesia Ortodoxa Ucraniana-Patriarcado de Moscú, que Putin coopta. Una delegación ucraniana de diversos líderes religiosos dijo en una reunión del Instituto Hudson el año pasado que temen que una Rusia victoriosa aplaste sus instituciones religiosas. 

El Intituto Hudson indorma de que en diciembre la  Iglesia greco-católica ucraniana publicó en su página web que en 2022 las autoridades rusas en la Zaporiyia ocupada prohibieron todas las iglesias greco-católicas, además de Cáritas y los Caballeros de Colón, organizaciones de ayuda católicas. 

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Según la publicación, las prohibiciones se basaban en acusaciones "infundadas" de que los edificios de la iglesia almacenaban explosivos y armas de fuego, que sus miembros participaban en protestas antirrusas y que las organizaciones benéficas estaban espiando para el Vaticano y Washington. Mission Eurasia , una organización benéfica cristiana estadounidense, ha descubierto que en la primavera de 2023 “casi todas las iglesias no ortodoxas de los territorios ocupados fueron despojadas de su derecho a celebrar servicios religiosos”.