Nadie compra al barco fantasma ruso repleto de gas y se ve obligado a regresar a puerto con los depósitos llenos
El temor a las represalias estadounidenses parecen haber tenido sus frutos en los últimos meses.
Durante los últimos cuatro meses, el petrolero ruso Pioneer, ha estado transportando gas natural licuado ruso, procedente desde la instalación rusa Arctitc LNG 2, sin encontrar comprador alguno. Y es que, tras un tercio de año -desde agosto hasta el pasado jueves- viajando alrededor del mundo, ningún país ha querido arriesgarse con la compra de su gas licuado.
¿El motivo? Posibles represaliar por parte de EEUU, ya que el gigante norteamericano se encuentra aplicando fuertes sanciones -junto a la UE- a todos los productos rusos, y muchos países se encuentran temerosos de que, ante una posible compra de este gas ruso, el país americano pudiera tomar acciones contra ellos.
Según señala Bloomberg, el petrolero atracó la pasada semana en el extremo oriental de Rusia, en la unidad de almacenamiento flotante de Koryak, en Kamchatka, tras varios meses buscando compradores.
Esta información ha sido publicada por numerosos medios internacionales, después de que se compartieran imágenes satelitales del petrolero recogiendo el primer envío a principios de agosto. Tras cuatro meses, las restricciones estadounidenses parecen haber hecho efecto en la postura del resto de países a nivel mundial, frustrando así el objetivo de Moscú de triplicar las exportaciones de GNL para el año 2030.
Sin embargo, hay que señalar que sí que se han producido envíos desde Arctic LNG 2 en los últimos meses, aunque para ello, se han utilizado buques de flota oscura y ninguno ha atracado en un puerto extranjero.
