La oposición rusa presenta a Europa un nuevo plan para derrotar a Putin

La oposición rusa presenta a Europa un nuevo plan para derrotar a Putin

¿Qué tal una fuga de cerebros y empresarios que empeore la situación económica del país?

Vladislav Inozemtsev, uno de los críticos de Vladimir Putin impulsores de la iniciativa, fotografiado en septiembre de 2022 en Vilna durante un congreso por una Rusia libre.Oleg Nikishin / Getty

La oposición rusa no sabe qué más hacer para combatir a Vladimir Putin. El mandatario los encarcela, los desaparece, los elimina, los fuerza al exilio y cada vez es más complicado levantar la voz. Ante la asfixia, sus críticos están optando por la imaginación

Lo demuestra su última idea: destacados activistas están proponiendo una nueva estrategia para castigar a Putin que consiste en que Europa atraiga a rusos educados para que se establezcan en el viejo continente, de modo que la fuga de cerebros empeore la situación económica de Rusia. A la vez, ese paso puede fortalecer, creen, el movimiento anti-Putin que opera desde el exterior. De la misma forma, los disidentes sugieren que se deberían atraer fondos rusos a Europa, por idénticos motivos. El fondo de la guerra de Putin quedaría debilitado. 

La fórmula ha quedado expuesta en un artículo de opinión publicado por el Moscow Times tras el que están el doctor en Economía Vladislav Inozemtsev , el exrepresentante de la Duma rusa Dmitry Gudkov y el político, economista y empresario Dmitry Nekrasov . Todos ellos tienen experiencia en varios movimientos de oposición rusos dentro y fuera del país.

Según los autores del texto, tres millones de rusos podrían verse atraídos hacia Europa, lo que traería consigo unos activos de entre 400.000 y 500.000 millones de euros. En este escenario, se les otorgarían permisos de trabajo, pero no beneficios sociales, al menos en una primera fase.

"El putinismo puede ser derrotado, pero eso requiere un número significativo de rusos que no sean tratados como enemigos por el mundo occidental. La manera más fácil de hacerlo es abrir el camino al mayor número posible de nuestros compatriotas e integrarlos en este mundo. Sería la sanción más fuerte contra el Kremlin, pero no contra los rusos", sostienen los autores. 

Rusia, sin embargo, nunca ha cambiado desde fuera y una estrategia así se puede vender desde la propaganda del Kremlin como una jugada exterior para desestabilizar al país, que no cale. Esto tampoco ha sucedido en otros países autoritarios. Por ejemplo, un gran número de personas que buscaban un mejor nivel de vida y disidentes abandonaron Cuba o Turquía, pero la situación dentro de esos países no ha cambiado. La Revolución de Terciopelo checoslovaca es mencionada expresamente en el artículo, pero tuvo su origen en el movimiento de oposición del país.

Lo más importante es la oposición dentro del país y la presión sobre la administración, que debe ser significativa, avisan los que no lo ven claro. Pero la ayuda de fuera tampoco es despreciable. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la medida puede tener el efecto contrario al buscado: la salida de personas con mentalidad opositora podría reducir la presión por el cambio en Rusia.

El diario Iltalehti, de Finlandia, se ha hecho eco de la propuesta y augura que si un gran número de rusos comenzaran a sentirse atraídos por su país, "también podría existir un riesgo para la seguridad". Junto con las grandes masas de personas, "seguramente" también llegarían a Finlandia personas enviadas por la administración rusa, como espías. Es fácil perderse en la masa, avisa un analista. 

"Un gran interrogante es cuántos escaparían del control aparentemente profesional y estricto de nuestras autoridades de seguridad. Hasta ahora hemos aumentado bastante el número de personal y recursos de la policía de protección", dice el director del Instituto Aleksanteri, Markku Kangaspuro.

Si un número significativo de personas educadas y con dinero fueran repentinamente a Finlandia, una economía nacional del tamaño de Finlandia recibiría un impulso significativo. "Por supuesto, sería difícil examinar políticamente a esa multitud para ver qué forma de pensar surgiría de allí", ahonda.

Lo normal es que los rusos apostasen por países de Europa Central, que son más grandes que Finlandia, tienen un coste de vida más barato y ya cuentan con extensas comunidades rusas.

Sería más difícil sacar de Rusia, por ejemplo, la riqueza de los oligarcas en el extranjero. Los activos están en gran medida ligados a Rusia y están atrapados, por ejemplo, en "turba siberiana". Otro desafío es que el tráfico bancario entre Occidente y Rusia está "bloqueado por un tiempo" debido a diversas sanciones. Hay algunos itinerarios por Oriente Medio, por ejemplo, pero son caros. Para cambiar la situación sería necesario cambiar la política común de sanciones.

Si en Europa se tomaran medidas para facilitar la transferencia de activos, seguro que el Kremlin reaccionaría al respecto. El Kremlin podría encarcelar a algunos oligarcas para intimidar a otros. Rusia ya ha dificultado que la gente retire dinero del banco y lo transporte al extranjero, sin mencionar la realización y transferencia de activos al extranjero.