La expremier Liz Truss se queda sin escaño, como varios principales ministros 'tories'
El hundimiento del Partido Conservador deja fuera del hemiciclo a pesos pesados de la formación, lo que da cuenta de la magnitud del castigo popular.
Liz Truss, la que fuera primera ministra de Reino Unido apenas por 45 días, ha perdido su escaño en el suroeste de Norfolk, una de las mayores pérdidas conservadoras en una noche desastrosa para el partido tory, arrollado por el laborismo en las elecciones de ayer.
La exmandataria, cuyo turbulento período en el poder ha sido señalado por muchos conservadores como base de la histórica derrota del jueves, perdió su escaño ante el candidato laborista, Terry Jermy.
Truss obtuvo una mayoría de 26.000 votos en las elecciones de 2019 y no se esperaba que estuviera bajo una presión seria en estas elecciones. Por eso pica más. Sin embargo, los activistas sobre el terreno dijeron que la habían visto relativamente poco durante la campaña, a pesar de que ha sido diputada del área durante 14 años, indica The Guardian.
Es probable que el resultado en el suroeste de Norfolk se convierta en un emblema de lo que parece ser el peor resultado electoral de la historia de los conservadores, ya que la encuesta a pie de urna predice que ganarán sólo 131 escaños en todo el país.
Truss no está sola. Varios importantes ministros conservadores, entre los que se encuentran Justicia, Defensa o Educación, han perdido su escaño en las elecciones generales del Reino Unido. El ministro de Defensa y uno de los pesos pesados del Gobierno de Rishi Sunak, Grant Shapps, perdió su escaño en la circunscripción de Welwyn Hatfield, que mantenía desde 2005. Tras conocerse el resultado, Shapps incidió en que el apoyo a Ucrania debe continuar y no evitó la autocrítica. "La población no vota a partidos divididos", dijo.
Igualmente cedió su puesto la líder conservadora en la Cámara de los Comunes -que también es un cargo gubernamental- Penny Mordaunt, que cayó frente a la laborista Amanda Martin en el territorio de Portsmouth North, lo que implica que deja el escaño que ocupaba desde 2010.
Mordaunt, que sonaba como una de las aspirantes a reemplazar a Sunak al frente de los tories, mostró su decepción respecto al resultado y mencionó la debacle de otros miembros de su partido, aunque subrayó su intención de continuar sirviendo a su comunidad, durante el discurso posterior a su derrota.
Los liberaldemócratas fueron los encargados de echar a la ministra de Educación Gillian Keegan del Parlamento, al vencer en el área de Chichester, e hicieron lo mismo en Cheltenham para desalojar al ministro de Justicia, Alex Chalk.
La misma suerte corrieron la responsable de Ciencia, Michelle Donelan, o Cultura, Lucy Frazer, así como el encargado de la disciplina parlamentaria, Simon Hart, o el secretario de Estado de Veteranos, Johnny Mercer.
Otros pesos pesados de los últimos ejecutivos conservadores, como Therese Coffey o el controvertido Jacob Rees-Mogg, se quedaron también sin sus escaños.
Los que se quedan
Además del propio Sunak, el ministro de Economía, Jeremy Hunt, logró permanecer en su escaño, aun con una mayoría reducida, a tan solo 800 votos de diferencia del segundo.
Mientras, exministros como la de Interior, Suella Braverman, que suena como una de las candidatas del ala derecha de los 'tories' para convertirse en su próxima líder, logró mantener su sitio en la Cámara de los Comunes (baja), correspondiente a la circunscripción de Fareham and Waterlooville.
"Hay mucho que aprender y sobre lo que reflexionar, y me hago responsable", destacó Sunak, que pidió disculpas por los resultados conservadores de la noche.
A la espera de la distribución definitiva de escaños, publicados de forma progresiva a lo largo de la madrugada, el Partido Laborista obtuvo la mayoría absoluta en estas elecciones y será el encargado de formar el próximo Ejecutivo británico, liderado por Keir Starmer.