España cierra temporalmente, por seguridad, su embajada en Jartum (Sudán)
Al menos 83 muertos y más de 1.100 heridos desde el inicio de los enfrentamientos hace dos días. Ambos bandos aceptan un alto al fuego por horas.
España ha cerrado temporalmente su embajada en la capital de Sudán al no reunir la ciudad en estos momentos condiciones mínimas de seguridad debido al conflicto armado desatado entre el Ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) que ha costado ya decenas de muertos desde que estalló el sábado.
En un breve texto en redes sociales, la embajada ha publicado que el organismo permanecerá cerrado hasta nuevo aviso y ha pedido a los ciudadanos españoles en la ciudad que permanezcan en sus domicilios y eviten el desplazamiento al exterior. Asimismo, se ha facilitado un número de emergencia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado de que al menos 83 personas han muerto y más de 1.100 han resultado heridas desde el inicio de los enfrentamientos el jueves entre el Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
Las víctimas se encontraban principalmente en Jartum --en el centro del país--, Kordofán del Sur --cercano a la frontera con Sudán del Sur--, Darfur del Norte --en el oeste de Sudán-- y en el Estado del Norte. No obstante, actualmente la mayor concentración de enfrentamientos tiene lugar en la capital. Mientras, el movimiento en la ciudad ha quedado limitado por la inseguridad del conflicto.
La OMS ha recordado a todas las partes del conflicto sus obligaciones en materia de Derecho Humanitario Internacional, con el fin de proteger a los heridos, civiles, trabajadores sanitarios y hospitales. El organismo, a su vez, ha indicado que está supervisando las necesidades sanitarias y de recursos en Jartum y otras ciudades afectadas para asegurarse de que los limitados recursos se destinan a los lugares donde más se necesitan.
Los suministros distribuidos por la OMS a los centros sanitarios antes de esta reciente escalada del conflicto se han agotado, y muchos de los nueve hospitales de Jartum que reciben a civiles heridos informan de escasez de sangre, equipos de transfusión, líquidos intravenosos, suministros médicos y otros productos básicos que salvan vidas, según reza un comunicado de la OMS.
También han señalado que hay informes de escasez de personal médico especializado y problemas en el funcionamiento de las instalaciones sanitarias por los cortes de agua y electricidad, así como por la falta de combustible.
Las principales organizaciones civiles y partidos políticos de Sudán han reclamado al unísono durante el fin de semana no solo el fin de los combates entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), sino también el final de la "militarización" que ha dominado "el espacio público" el país durante décadas y, en particular, desde el derrocamiento hace cuatro años del dictador Omar al Bashir tras una revolución en la que los civiles fueron parte instrumental.
El país africano estaba gobernado antes del estallido de los combates por una junta liderada por el general Abdelfatá al Burhan que tenía como 'número dos' al cabecilla militar de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, alias 'Hemedti'. Las discrepancias entre ambos sobre la integración paramilitar en un futuro ejército unificado acabaron degenerando en este conflicto.
Tanto el Ejército como las RSF, cabe recordar, han sido acusadas de la comisión de matanzas y de un espectro de abusos de toda índole contra la población civil en los años que siguieron a la caída de Al Bashir.