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Gana una medalla en la olimpiada de matemáticas y no saluda al presidente de su país por su gesto con Ucrania

Gana una medalla en la olimpiada de matemáticas y no saluda al presidente de su país por su gesto con Ucrania

Le acusa de haber asegurado su victoria presidencial a través de mentiras y explotando el miedo de los ciudadanos.

El presidente eslovaco, Peter Pellegrini.Getty Images

El estudiante eslovaco Simon Omanik, galardonado con la medalla de bronce en la Olimpiada Centroeuropea de Matemáticas, ha captado la atención de los medios y las redes sociales tras negarse a estrechar la mano del presidente de Eslovaquia, Peter Pellegrini.

El incidente tuvo lugar en el palacio presidencial durante la ceremonia de premiación, donde el ministro de Educación, Tomas Drucker, entregó la medalla a Omanik. El momento incómodo se produjo cuando Drucker sugirió al estudiante que saludara a Pellegrini, quien ya había extendido su mano. Pero Omanik declinó la propuesta y permaneció firme. 

Posteriormente, el joven sí aceptó posar junto al ministro y el presidente para una fotografía oficial, pero con un semblante muy serio y antes de retirarse sin ni siquiera mirar a Pellegrini. 

Mensaje claro

Durante la ceremonia, Simon Omanik portaba una cinta con los colores de la bandera ucraniana en su chaqueta, lo que pronto dio lugar a especulaciones sobre una posible protesta silenciosa contra las recientes acciones de Pellegrini respecto al conflicto entre Rusia y Ucrania.

Poco después, el estudiante explicó que consideraba que Pellegrini había asegurado su victoria presidencial a través de mentiras y explotando el miedo y los más bajos instintos humanos. "Además de las habituales promesas populistas de comida y gasolina baratas que los populistas repiten antes de cada elección, también acusó a su oponente de planear enviarnos a la guerra en Ucrania", dijo a los medios.

EL HUFFPOST PARA PMS

"Nunca nos habría enviado allí, e incluso si lo hubiera hecho, no habría habido ninguna justificación racional para ello. Fue una mentira y una manipulación de las emociones humanas más bajas: el miedo y, tal vez, en algunos sectores de la sociedad eslovaca, la antipatía hacia Ucrania", añadió.