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El nuevo submarino español que asombra al mundo se pierde bajo el agua durante semanas

El nuevo submarino español que asombra al mundo se pierde bajo el agua durante semanas

El sistema BEST (Bio-Ethanol Stealth Technology) es el que lo hace posible.

El submarino S-80 de NavantiaNavantia

Uno de los principales problemas de los submarinos militares es que tarde o temprano, para garantizar el correcto funcionamiento, tienen que salir a la superficie, lo que les convierte en vulnerables.

Sin embargo, la empresa española Navantia ha desarrollado una tecnología que va a posibilitar que los nuevos submarinos de la Armada Española construidos bajo el Programa S-80 puedan permanecer sumergidos durante semanas. Se trata del novedoso sistema de propulsión independiente del aire (AIP), el cual Navantia ha decidido bautizar comercialmente como BEST (Bio-Ethanol Stealth Technology).

“Esta tecnología proporcionará a los submarinos de la Armada Española la capacidad de permanecer largos periodos de tiempo en inmersión, frente a la de unos pocos días de los submarinos convencionales diésel-eléctricos”, destacó Navantia a finales de noviembre en un comunicado en el que informaba de la instalación del citado sistema en el submarino S-83 Cosme García.

En concreto, según Navantia, el sistema AIP “es una planta de producción de energía innovadora que permite recargar las baterías del submarino mientras este se encuentra en inmersión, evitando realizar maniobras de snorkel periódicas para su recarga donde el buque es detectable y más vulnerable”.

“Esta planta se basa en un proceso de reformado de bioetanol (un combustible renovable obtenido a partir de materias primas de origen vegetal) para producir una corriente rica en hidrógeno con la que se alimenta, junto con oxígeno puro, una pila de combustible para producir electricidad de manera discreta”, explican desde Navantia.

EL HUFFPOST PARA PMS

Además, desde la compañía destacan que “el AIP de Navantia es un sistema de tercera generación puesto que no requiere portar hidrógeno almacenado a bordo, sino que el propio sistema lo genera cuando es requerido, lo que supone una ventaja táctica y de seguridad, incrementando la autonomía estratégica y la capacidad de disuasión”.