Los bombardeos israelíes dejan 356 muertos, entre ellos, 24 niños, y más de 1.200 heridos en Líbano
El Ejército israelí advierte a los ciudadanos libaneses de que se alejen de edificios empleados por la milicia chií, que ha respondido a los misiles con una nueva andanada de cohetes. Entre las víctimas hay niños y trabajadores sanitarios, según Beirut.
Nueva jornada de intercambio de fuego cruzado entre el Ejército de Israel y la milicia chií Hizbulá que continúa elevando la tensión en la región. Después de los casos de explosiones de dispositivos de comunicaciones -walkie talkies, radios...- de integrantes de dicho grupo armado y de civiles, así como los ataques israelíes que se saldaron con la muerte de su líder, continúa el intercambio de lanzamientos de misiles y cohetes a un lado y otro de la frontera.
Solo en esta última oleada de bombardeos israelíes, el Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Sanidad libanés ha contabilizado que los muertos llegan a 356, entre ellos 24 niños, y también hay más de 1.200 heridos -el primer balance de la mañana hablaba de 50 fallecidos y un centenar de heridos menos-. El Gobierno libanés también asegura que entre las víctimas mortales hay niños y personal sanitario.
"Los continuos bombardeos del enemigo israelí contra el sur del país han causado el martirio de 50 personas y heridas a más de 300, según un balance inicial", recogió la agencia de noticias estatal NNA. Horas antes, las IDF, las fuerzas de defensa israelíes, anunciaban que la operación lanzada esta noche había alcanzado hasta 800 objetivos de Hizbulá. Progresivamente, la cuenta mortal ha ido creciendo.
"En las últimas horas hemos detectado planes de Hizbulá para atacar a los ciudadanos del Estado de Israel. El Ejército comenzó a atacar hace una hora. En un futuro cercano, el Ejército atacará objetivos terroristas en Líbano para eliminar las amenazas", aseguró el portavoz castrense israelí, Daniel Hagari.
Israel advierte a la población libanesa de que abandonen viviendas usadas por Hizbulá
También, previamente a esa nueva batería de bombardeos israelíes, desde el Ejército se advirtió a los ciudadanos libaneses de que iba a tener lugar pronto un ataque y que debían abandonar cualquier vivienda o propiedad que fuese utilizada por la milicia chií. El propio ministro de Exteriores, Israel Katz, también lo hizo a través de sus redes sociales. Mismo gesto que el presidente israelí, Isaac Herzog.
"El pueblo del Líbano debe evacuar cualquier casa que se convierta en un puesto de avanzada de Hezbolá para evitar daños. No nos detendremos hasta que la amenaza desaparezca para los ciudadanos de Israel y los residentes del norte regresen sanos y salvos a sus hogares", resumió el jefe de la diplomacia israelí.
"¿Aceptarías esto en el hogar de tu vecino? ¿Qué nación aceptaría que sus civiles vivan bajo una amenaza así de sus vecinos?", reflexionó Herzog, en una publicación en sus redes acompañada de un vídeo generado digitalmente que muestra supuestas posiciones de lanzaderas de cohetes en edificios libaneses.
La clave de esta actuación ha estado en un supuesto misil de crucero que estaría acoplado a una vivienda con una apertura para ser disparado -los cohetes que genéricamente lanza Hizbulá son de menor poder que un misil de este tipo-. Según Israel, dicho misil habría sido llevado a Líbano desde Siria.
Hizbulá responde lanzando "decenas de cohetes"
La milicia chií ha vuelto a responder al golpe de Israel con una nueva andanada de cohetes, cuyo volumen distaría mucho de la primera respuesta a los ataques a dispositivos tecnológicos que medios como The New York Times o Hareetz atribuyen al Mossad, la Inteligencia israelí. El Ejército israelí ha confirmado "unos 25 proyectiles", pero también que muchos habrían sido neutralizados.
"Los sistemas de defensa aérea han interceptado con éxito muchos de ellos", han añadido las IDF, apuntando a que el destino a atacardel grupo armado a atacar seguía siendo la zona de Baja Galilea y que "se han registrado impactos en zonas abiertas cerca de Amiad".
En este sentido, el ministro de Defensa ha reiterado que los planes israelíes no han variado un ápice. Sin visos de ampliar a una operación terrestre esta serie de ataques aéreos, el objetivo sigue siendo el de que los cerca de 60.000 ciudadanos de la zona de Yabalia y norte de Israel que tuvieron que irse de sus viviendas -por los primeros ataques de Hizbulá en represalia por la invasión de la Franja de Gaza- puedan regresar.
En este sentido, sumados a los 40 muertos y unos 3.000 heridos que causaron las explosiones de las baterías de dispositivos electrónicos o a los 50 fallecidos fruto de los bombardeos posteriores, como los que acabaron con el alto cargo Ibrahim Akil, las víctimas mortales no dejan de aumentar en un Líbano que esta mañana ya ha tenido que suspender todas las cirugías no urgentes para evitar un colapso de su sistema sanitario.