Bielorrusia da un paso más en la escalada nuclear
Las autoridades han presentado la nueva estrategia de seguridad nacional y la doctrina militar del país, que prevé por primera vez en la historia el uso de armas nucleares.
Las autoridades de Bielorrusia han presentado este miércoles la nueva estrategia de seguridad nacional y la doctrina militar del país, que prevé por primera vez en la historia el uso de armas nucleares.
El ministro de Defensa, Viktor Jrenin, ha indicado durante una reunión del Consejo de Seguridad bielorruso que se trata de un "nuevo capítulo con el que definir claramente las obligaciones con los aliados" de Minsk. Así, se ha estipulado "claramente" la postura de Bielorrusia respecto al uso de este tipo de armamento desplegado en su territorio.
Las autoridades bielorrusas han señalado que esta medida busca "transformar los riesgos, desafíos y amenazas modernos en el ámbito de seguridad nacional", entre los que se encuentra la situación en Oriente Próximo, según ha recogido la agencia bielorrusa de noticias BelTA.
"Se trata de una terrible catástrofe humanitaria. Tengan en cuenta que las amenazas de utilizar armas nucleares se produjeron casi inmediatamente después de la escalada del conflicto. Y, como suele ocurrir, no siguió ninguna sanción por parte del civilizado Occidente. Declaraciones rutinarias como si no hubiera pasado nada", ha dicho el presidente, Alexander Lukashenko.
"Desgraciadamente, hemos vuelto a una época en la que la fuerza militar se convirtió en el principal argumento para construir relaciones interestatales", ha manifestado.
Estos documentos pasarán ahora a manos de la Asamblea Popular -que trabaja de forma paralela al Parlamento y está formada por los principales miembros del Gabinete y altos cargos del sector de la industria-, que tendrá que dar su visto bueno.
Rusia envió armas nucleares tácticas a Bielorrusia el año pasado, aunque no hay detalles sobre cuántas, si bien Moscú ha insistido en que el control de este armamento depende de sus autoridades.
El país ya utilizó el territorio bielorruso como trampolín para enviar sus tropas hasta Ucrania en febrero de 2022 y sigue teniendo varias bases militares en la zona a pesar de que Bielorrusia ha evitado participar de forma directa en la guerra.