Trump condena el tiroteo en Las Vegas como "un acto de pura maldad"
Pese a la reivindicación del ISIS, el presidente de EEUU no habla aún de atentado terrorista.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha hecho al fin una valoración del ataque perpetrado la pasada noche en Las Vegas, que ya deja al menos 58 muertos y más de 500 heridos y que ha sido reivindicado por el Estado Islámico. No ha citado la palabra terrorismo, en un discurso escrito y cuidadoso, en tono grave, sino que ha calificando el ataque como "un acto de pura maldad".
El supuesto autor del ataque, Stephen Paddock, "asesinó brutalmente" desde la ventana de un hotel a medio centenar de personas que asistían a un festival de música country al aire libre, ha denunciado.
"Visitaré Las Vegas el miércoles para reunirme con las fuerzas de seguridad, los profesionales que respondieron al ataque, y los familiares de las víctimas", ha anunciado además el mandatario, quien enlazará ese viaje con el que tiene previsto hacer mañana martes a Puerto Rico para evaluar los daños del huracán María en la isla. Trump ordenó, además, que la bandera estadounidense ondee a media asta durante cuatro días en todos los edificios federales del país y las embajadas estadounidenses en el extranjero.
El mandatario agradeció la labor de las fuerzas del orden, y dijo que "la rapidez con la que actuaron es milagrosa y previno que se perdieran aún más vidas". "En los momentos de tragedia y horror, Estados Unidos se une, y siempre lo ha hecho. Apelamos a los lazos que nos unen: nuestra fe, nuestra familia y nuestros valores compartidos", afirmó.
"Nuestra unidad no puede tambalearse por la maldad, nuestros lazos no pueden romperse por la violencia, y aunque sintamos una ira tan grande ante el asesinato sin sentido de nuestros compatriotas, es nuestro amor lo que nos define hoy, y lo que siempre nos definirá", agregó.
Trump reconoció que, en momentos como estos, los estadounidenses buscan "algún tipo de sentido en el caos, alguna luz en la oscuridad, y las respuestas no llegan fácilmente", pero aseguró que "incluso la desesperanza más oscura puede ser iluminada por un único rayo de esperanza".
"Rezamos para que todo el país encuentre unidad y paz y por el día en el que el mal se desvanezca y los inocentes estén seguros frente al odio y el miedo", agregó.
Trump, que desde la campaña electoral de 2016 se ha alineado con la postura de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), contraria a un mayor control de armas, no hizo ninguna referencia a ese tema, como suele hacer la oposición demócrata cada vez que hay un tiroteo masivo.
Esta es la segunda vez en su mandato que Trump se refiere desde la Casa Blanca a un tiroteo masivo en EEUU, después del ocurrido el pasado junio en Alexandria (Virginia), a las afueras de Washington, en el que resultó gravemente herido el congresista republicano Steve Scalise.
Horas antes, el republicano había hecho su primer comentario sobre la matanza en Twitter. "Mis más cálidas condolencias y compasión para las víctimas y familiares del terrible tiroteo en Las Vegas. ¡Dios los bendiga!", escribió.
Hasta su mensaje matutino, ni el presidente ni la Casa Blanca se habían pronunciado sobre el que ya se considera el tiroteo más mortífero de la historia moderna del país. Poco después de su tuit, la Casa Blanca envió a los periodistas un breve comunicado.
"El presidente ha sido informado de la horrible tragedia en Las Vegas. Estamos vigilando la situación de cerca y ofrecemos nuestro total apoyo a las autoridades estatales y locales. Todos los afectados están en nuestros pensamientos y oraciones", indicó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en la breve nota.
EL ANUNCIO DEL ISIS
El grupo yihadista Estado Islámico (EI, DAESH, ISIS) asumió a primera hora de la tarde la autoría del tiroteo en el concierto. En un comunicado a través de la agencia de propaganda afín al EI, Amaq, y cuya autenticidad no pudo ser verificada, la agencia aseguró que el autor del atentado es "un soldado del Estado Islámico", informa EFE.
El ataque fue realizado, según Amaq, como respuesta a las acciones de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, y que combate en Siria e Irak contra los radicales.
Siempre según la agencia y en otro comunicado publicado justo después de la reivindicación, el supuesto autor del ataque, identificado como Stephen Paddock, un hombre blanco de 64 años y que se suicidó tras cometer la masacre, "se convirtió al islam hace varios meses".
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LOS HECHOS
El último balance policial indica que en la masacre murieron al menos 58 muertos y 515 resultaron heridas.
El supuesto autor del ataque, Stephen Paddock, un hombre blanco de 64 años, se suicidó tras cometer la matanza, aunque las informaciones previas apuntaban a que había sido abatido por las fuerzas del orden. En un comunicado, la Policía de Las Vegas explicó que Paddock es el "único sospechoso".
Se desconoce, por el momento, el móvil del tiroteo y no ha trascendido casi información sobre el atacante, residente de la ciudad de Mesquite en Nevada, a una hora en auto de Las Vegas.
Paddock abrió fuego contra una multitud de más de 22.000 personas que asistían a un concierto desde su habitación del piso 32 del hotel Mandala Bay aproximadamente a las 22.08 del domingo hora local (05.08 GMT del lunes), según la nota policial.
Era un concierto del festival de música country "Route 91 Harvest Festival", que se celebraba al aire libre.
Un portavoz de la Policía explicó en rueda de prensa que el atacante estaba en ese hotel desde el 28 de septiembre.El Departamento de Bomberos del condado de Clark estima que aproximadamente 406 personas fueron trasladadas a hospitales y al menos 50 murieron en el trágico suceso.