Tres franceses que violaron a dos niñas en Sevilla evitan la cárcel y sólo son expulsados
Estando de vacaciones, drogaron a las crías y las agredieron sexualmente por turnos. El juez sustituye sus condenas de cárcel, de 3 a 4 años, por su marcha de España.
Escándalo judicial en Sevilla: tres jóvenes de nacionalidad francesa que violaron a dos menores de edad en un piso turístico de la capital andaluza han sido condenados a entre tres y cuatro años de cárcel, aunque ninguno de ellos continuará en prisión porque el tribunal ha sustituido las penas por su expulsión de España durante diez años. Y ya.
En una sentencia firme fechada el 24 de junio a la que ha tenido acceso Efe, la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla impone cuatro años de prisión a Lucas B. y Arthur X.M. y tres años a Sacha G., en todos los casos por un delito de abusos sexuales, pero también sustituye todas esas penas por su expulsión de territorio español “en el plazo más breve posible”.
Los acusados, en prisión provisional desde el 2 de septiembre de 2020, iban a ser enjuiciados este jueves, pero su defensa alcanzó un acuerdo previo con la Fiscalía y la abogada de las dos víctimas basado en la aplicación de las atenuantes de confesión, ya que los tres reconocieron los hechos, y reparación del daño.
“Conscientes” y “arrepentidos”
En este sentido, el tribunal estima que los tres jóvenes son “conscientes del daño causado” y están “arrepentidos de su acción”, por lo que cada uno de ellos consignó 25.000 euros “con la intención de paliar en lo posible las consecuencias de sus actos y ofrecer a las menores algún tipo de reparación”.
En la sentencia, facilitada por la oficina de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), la Audiencia relata que los hechos ocurrieron sobre las 20.30 horas del 29 de agosto de 2020, cuando los tres procesados, todos de 24 años, contactaron en un bar de la Alameda de Hércules con las dos menores, una de 15 años y otra de 14.
A continuación las “incitaron” a beber alcohol “con el fin de propiciar el contacto sexual” con ellas “disminuyendo sus frenos inhibitorios y su capacidad volitiva”. Cuando las adolescentes ya presentaban síntomas de embriaguez, los tres consiguieron que los acompañaran hasta el apartamento turístico donde se alojaban.
Una vez allí, las víctimas siguieron bebiendo y Arthur X.M. llevó a una de ellas a un dormitorio, donde mantuvo una relación sexual completa “sin que la menor pudiera ofrecer resistencia” debido al grado de intoxicación etílica que sufría.
Cuando este acusado salió de la estancia, entró Lucas B y, “aprovechando la situación de letargo” de la víctima, repitió el acto sexual sin que ella “pudiera reaccionar ni oponerse”.
Al mismo tiempo, Sacha G. llevó a la otra menor a otro cuarto y se comportó del mismo modo, “sin que la niña fuera capaz de ofrecer oposición dado el estado de semiinconsciencia en que se hallaba”.
La Audiencia también establece que si los acusados, sin “residencia ni arraigo alguno en España”, entrarán en la cárcel si vuelven a pisar territorio nacional antes del plazo estipulado, mientras que si son “sorprendidos en la frontera” serán “expulsados directamente” y los diez años empezarán a computarse desde cero otra vez.
A la salida del juicio, como ha publicado el diario ABC de Sevilla, “los condenados no ocultaban su alegría”, llegando incluso a exigir a los agentes que les quitaran las esposas, ante lo que la Policía les ha recordado que, de momento, tenían que volver a prisión.