Salvini se mete de lleno en la polémica y le manda este mensaje a Laura Pausini
La cantante sigue dando que hablar.
Continúa la polémica tras la visita a El Hormiguero de la cantante Laura Pausini. La artista italiana, que acudió como coach de La Voz junto a sus compañeros Pablo López, Luis Fonsi y Antonio Orozco, se negó a cantar el Bella Ciao, la canción popular italiana que la resistencia antifascista adoptó como himno y que en los últimos años popularizó la serie La Casa de Papel.
A pesar de las varias justificaciones que ha tenido que hacer la cantante, el líder ultraderechista italiano Matteo Salvini ha defendido a Pausini añadiendo un nuevo capítulo a la polémica.
“Estima por Laura Pausini”, ha escrito en su perfil de Twitter Salvini, que ha compartido un titular con el resumen de la noticia.
En el programa de Pablo Motos, la artista italiana se negó a cantar esta canción porque “es muy política y no quiero cantar canciones políticas”. Después en su perfil de Twitter insistió en esta idea para defenderse de los comentarios: “No canto canciones políticas ni de derecha y ni de izquierda. Lo que pienso de la vida lo canto desde hace 30 años”.
Pausini, además, quiso dejar claro que “el fascismo es una vergüenza absoluta, me parece obvio para todos”.
Sin embargo, la polémica no ha cesado y este jueves la cantante transalpina se vio obligada a emitir un comunicado: “En una situación televisiva improvisada y de puro entretenimiento, opté por no cantar un himno que se ha utilizado reiteradamente a lo largo de los años en diferentes contextos políticos italianos. Como mujer, antes de ser artista, siempre he estado a favor de la libertad y los valores ligados a ella”.
“Aborrezco cualquier movimiento político o social de carácter totalitario o autoritario. Siempre he defendido un sistema de derechos y libertades. Mi música y mi carrera han demostrado los valores en los que siempre he creído”, explicó.
Finalmente, concluyó asegurando que quería “evitar ser arrastrada y utilizada en un momento tan acalorado y desagradable de la campaña electoral italiana”. “Lamentablemente no fue así. Respeto a mi público y lo seguiré haciendo, con la libertad de elegir cómo expresarme”, terminó.
Matteo Salvini se ríe con el primer ministro de Hungría, Victor Orban, el pasado 2 de mayo en Budapst.
Con kipá, el pasado diciembre, en su visita al Yad Vashem-Museo del Holocausto de Jerusalén.
El 8 de abril, en una rueda de prensa en Milán en la que explicó su apuesta de unidad de la derecha europea.
En noviembre de 2018, ayudando a bajar de un avión a refugiados y migrantes que habían estado en centros de detención de Libia.
