Quim Torra, un acérrimo de Puigdemont al que acusan de xenófobo
El candidato designado por el expresident es un independiente con una larga trayectoria independentista y experiencia en la gestión cultural.
Joaquim Torra (Blanes, 1962), el candidato designado este jueves por Carles Puigdemont para ser el nuevo president de la Generalitat de Cataluña, no es una figura neutral. Miembro del círculo íntimo del expresident cesado, su perfil en LinkedIN muestra la frase "Building a New State: Republic of Catalonia" (Construyendo un Nuevo Estado: República de Cataluña) y ha publicado un libro titulado Los últimos 100 Metros. La hoja de ruta para ganar la República Catalana.
El mensaje con el que Puigdemont ha anunciado el nombre de Torra no ha acabado, como otras veces, con un "Visca la Republica de Catalunya", pero el compromiso del candidato con ella está fuera de toda duda. El 1 de marzo, en la defensa de la resolución del Parlament para cargar de legitimidad al president cesado y a su Govern, Torra avisó de que Junts per Catalunya no retrocedería "ni un milímetro" en su defensa.
"Tenemos que decir más que nunca, de forma clara y serena, que nadie nos hará callar ni abdicar de los principios e ideas que defendimos ayer, defendemos hoy y defenderemos mañana. La causa de la independencia es legítima", afirmó entonces en el Parlament.
Su discurso duro y su condición de independiente puede ser una virtud a ojos de los independentistas y es lo que le ha convertido en un integrante del círculo íntimo de Puigdemont. Fue el expresident quien le pidió incorporarse a las listas de Junts per Catalunya, tal y como hicieron en ese momento otros independientes y Torra fue uno de los primeros en visitarlo tras su fuga a Bruselas. El Periódico señala en su perfil del candidato que "es un postulante que agrada a la CUP por su posibilidad de escarbar en sectores más izquierdistas debido a su condición de independiente, desligado del PDeCat".
Pero Torra también tiene detractores que le califican de xenófobo y señalan que su idea de la independencia tiene carácter etnicista. Los argumentos de quienes lo aseguran son unos tuits despectivos "contra los españoles" que publicó antes de estar en primera línea política. Cuando entró en las listas, como número 11 por Barcelona, inauguró un nuevo perfil de Twitter, en el que adoptó un tono más comedido.
Torra, abogado, editor y escritor, se dio a conocer como presidente interino de Òmnium Cultural entre junio de 2015, cuando sustituyó a Muriel Casas, y diciembre de ese mismo año, momento en el que Jordi Cuixart fue elegido líder. Su compromiso con la causa independentista, sin embargo, venía de lejos.
Fue dirigente de la agrupación independentista Sobirania i Justícia y formó parte del consejo permanente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC). En 2012, además, lideró una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) por la sentencia sobre el Estatut. En aquel momento aseguró que aprovecharía "cualquier posibilidad que haya para enfrentarse con el reino de España hasta el final, sin tregua y sin vacilar".
Su labor como diputado durante la presente legislatura catalana y sus actividades en agrupaciones soberanistas no son sus únicos vínculos con la actividad política. De la mano de Xavier Trías, alcalde Barcelona entre 2011 y 2015, Torra fue gerente de la empresa Foment de Ciutat Vella y director del Born Centre Cultural. La victoria de Ada Colau en las elecciones de 2015 lo desalojó de ese puesto.
Hasta su entrada en política por la vía del municipalismo, este licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona dedicó sus jornadas de trabajo a Winterthur Seguros, como abogado de la compañía y más tarde como directivo. Sus dos últimos años en la multinacional, de 2005 a 2007, los vivió en Suiza.
A su regreso a Barcelona, mientras su compromiso político no dejaba de aumentar, creó la editorial A Contra Vent, dedicada a la recuperación de la obra de periodistas catalanes de los años treinta y dedicó mucho tiempo a la escritura. En 2009, su libro de ensayo Viaje involuntario a la Cataluña imposible mereció el premio Carles Rahola.
Un perfil publicado este jueves por ElNacional.cat lo dibuja como un hombre "discreto, de trato afable, perenne sonrisa y buen conversador", cuyo despacho en el Parlament está presidido por una frase de Churchill que se ha convertido en un recurso habitual de la retórica independentista: "No nos rendiremos nunca".