Putin se inventa una flota paralela para sortear el veto europeo al petróleo ruso
La decisión de la UE de actuar contra el crudo de Moscú obliga al Kremlin a variar sus planes.
Tocado donde más duele. La decisión de la Unión Europea de actuar contra el petróleo de Rusia ya ha obligado a Vladimir Putin a replantear su negocio.
Aunque siguen puliéndose los detalles de la estrategia comunitaria para definir un tope al barril de crudo moscovita, el mercado internacional ya nota los efectos de esta incertidumbre. La resolución se espera para el 5 de diciembre, cuando debería entrar en vigor el enésimo paquete de sanciones de la UE contra la economía rusa.
En las restricciones se detalla la “prohibición completa” de la importación del crudo por barco, lo que supone alrededor de dos tercios del total de la producción de Rusia.
Esto está generando un cambio ya visible en sus primeros detalles, el de las rutas comerciales marítimas, como adelanta El Economista. Así, la ruta que llevaba el petróleo desde los puertos rusos hasta el puerto clave de Rotterdam (Países Bajos) se ha quedado congelada, ya que esta ciudad recibe un 90% menos de petróleo ruso.
A Moscú le toca reinventarse y por ello está desarrollando una flota paralela para exportar su petróleo con seguridad. Para ello también ha creado una compañia que asegure esos transportes.
En declaraciones a El Economista, Andrés Allende, gestor de fondos en A&G Banca Privada, explica que también se podría incrementar el tráfico de petróleo marítimo a través del Canal de Suez, puesto que Europa tendrá que incrementar las compras de crudo de los países árabes y de África. Igualmente, considera probable que se desarrolle una flota ‘fantasma’ bajo dos mercados paralelos de transporte de petróleo marítimo, con petroleros que vayan adquiriendo desde Rusia y otras navieras privadas.