No es una pastilla: los investigadores hallan la súper fuente de protección frente a la depresión
Desde hace años los especialistas sospechan de la influencia de la dieta en esta enfermedad mental.
Un estudio del Centro para el Envejecimiento Cerebral Saludable de la UNSW Sydney (CHeBA) ha lanzado prometedores novedades sobre una de las enfermedades más frecuentes de estas últimas décadas: la depresión.
Los trastornos depresivos pueden ir desde una depresión leve, que no alcanza el umbral del diagnóstico clínico pero que afecta a la calidad de vida, hasta un trastorno depresivo mayor grave. Con esta última, las personas presentan niveles más altos de marcadores proinflamatorios y de estrés oxidativo y niveles reducidos de marcadores antioxidantes, en comparación con las personas sanas por lo que resulta lógico pensar que la dieta de esas personas tiene que ver con la gravedad de esa enfermedad.
"En nuestro análisis se encontraron asociaciones beneficiosas modestas entre una mayor ingesta de frutas y verduras y los síntomas depresivos a lo largo del tiempo, lo que presenta otro argumento a favor de aumentar la ingesta. Se debe considerar el monitoreo de la ingesta de frutas y verduras y el asesoramiento conductual en los entornos de atención primaria ", concluye el estudio dirigido realizado a partir de una base de datos de 3.400 personas de entre 45 y 90 años de cuatro países diferentes.
"El descubrimiento proporciona sólo una razón más para aumentar el consumo de frutas y verduras cuando se tiene 45 años o más", explica el doctor Annabelle Matison, directora de la investigación.