Pensiones: en caso de duda, Constitución

Pensiones: en caso de duda, Constitución

EFE/Luis Tejido.

Lo que no ha tenido en cuenta el PP en este asunto que tanto le ha sorprendido, o puede que no, de la masiva rebelión de los pensionistas, por no hablar de las consecuencias que tuvo en la rebelión de las 'mareas' y en la aparición de los 'indignados' su política de 'desacato' al estado de Bienestar es... la reiteración. La reiteración en el error de ignorar la delgada línea que separa el fastidio que viene de serie con la sensación de que a uno le están tomando el pelo.

El gran detonante de este movimiento transversal ha sido el método comparativo, pues aunque algunos crean que 'las comparaciones son odiosas', lo son, mayormente, para el que pierde en ellas.

La ministra Fátima Báñez ha ido llenando de gotas de desconsideración la paciencia de los jubilados con sus famosas cartas

La ministra Fátima Báñez ha ido llenando de gotas de desconsideración la paciencia de los jubilados con sus famosas cartas. Va usted a cobrar el 0.25 por ciento de subida de su paga, aleluya hermano y hermana, felicítese, nosotros no las congelamos como Zapatero, añadía ella y el coro ministerial cuando se les echaba en cara, precisamente, la cara de considerar digno de alabanza y reconocimiento tan raquítico incremento.

No se preocupen, predicaba, la 'hucha' no se acabará. Y se iba acabando. Y claro, así un año tras otro. Dale que te dale con el 0.25%. Un euro y poco más, o dos, para un café o dos en un bar 'low cost', que son los bares baratos de toda la vida.

La oposición, mientras tanto, en Belén con las ovejas de los pastores; el PSOE, enzarzado sus egos y vanidades, y en cómo cuadrar el círculo en Cataluña. 'Ciudadanos', que tanto huye de los falsos medicamentos, aquí se ha hecho un lío. 'Podemos' tira tanto para el monte, que entra en los terrenos del radicalismo. Mientras tanto, el Gobierno sigue con los dos cafés, que son como los dos huevos duros de los hermanos Marx, y con el mantra de que la culpa la tiene ZP.

Pero hay una diferencia: el ex presidente socialista, ustedes lo recordarán, y si no pueden ver las hemerotecas, o las videotecas, dijo medio lloroso, a la fuerza ahorcan, que Bruselas le había exigido una serie de medidas dolorosas, y que tenía que congelar las pensiones "durante un año". Eso dijo. Y durante un año las congeló.

Los siguientes le tocaron a Mariano Rajoy que técnicamente no las congeló, pero sustituyó el congelado por la refrigeración severa: 0.25%.

En el fondo de los argumentos está el tratamiento al mundo del dinero. ¡Hala!, 100.000 millones para ayudar a la banca, pobre banca que lo único que hizo fue caer en una espiral de avaricia que incluía el engaño a los usuarios

El proceso – lagarto, lagarto- no se desarrolló en circunstancias normales. Desde luego que no. La 'tercera edad' se vio acosada desde varios frentes: uno de ellos fue el ataque a las leyes de la dependencia. Con el mismo discurso, de que no se han eliminado, lo cierto es que se han vaciado de contenido presupuestario, cuando en el 'contrato social' se establecía tácitamente que eran partidas de progresivo incremento. Así, por un lado los 'agraciados' con el 0,25% vieron como perdían poder adquisitivo a la vez que se les cortaban las protecciones sociales vinculadas con los padecimientos de la edad. Y, otro mazazo añadido, tener que mantener a sus hijos y nietos en paro, porque también ahí, en ese frente, se procedió a un drástico recorte.

La mala suerte de la ministra Fátima Báñez es que ante esta tacañería cruel – porque hay una gran crueldad que no se limpia con lavados de agua bendita, en el fondo de los argumentos macro económicos y metafísicos empleados- está el tratamiento al mundo del dinero. ¡Hala!, 100.000 millones para ayudar a la banca, pobre banca, que lo único que hizo fue caer en una espiral de avaricia que incluía el engaño a los usuarios. Acciones imaginativas, acciones preferentes, comisiones abusivas...Desahucios provocados.

A su vez, algunas empresas públicas privatizadas o semiprivatizadas han sido sustanciosas tetas para los accionistas que se llevaron el gordo. Tenemos entonces las ayudas a la banca, la venta a 'fondos buitre' de viviendas protegidas en Madrid por la alcaldesa Botella, las indemnizaciones a las empresas que pujaron por las radiales de la capital, porque no se cumplieron sus expectativas infladas; el ministro Soria poniendo un impuesto al sol para evitar que el autoconsumo solar y eólico dañara las cuentas de resultados de las industrias eléctricas.... Y lo del depósito pro-sísmico de gas Castor... Y así "hasta el infinito y más allá".

La comparación más odiosa es que el 0.25% se produce en el contexto del 3% en Cataluña, y la corrupción de las tramas que acosan al PP, o del despilfarro y la corrupción de otros partidos

El PP, y todo el sistema financiero, y todos los gurús que interpretan como los romanos el vuelo de los cernícalos y el graznido de los cuervos y los paseos orgullosos de los gatos negros no tuvieron en cuenta un dato: los pensionistas no siempre fueron pensionistas. Las personas de 65 años, o 70, e incluso 90 años... no siempre fueron viejos. Son las sociedades anteriores a la actual. No son una 'manada de borregos' con alzheimer colectivo como parecen creer algunos insensatos crecidos en la impunidad ambiental.

Pero la comparación más odiosa es que el 0.25% se produce en el contexto del 3% en Cataluña, y de los distintos porcentajes de la corrupción de las tramas que acosan al PP, o del despilfarro y la corrupción de otros partidos, PSOE incluido con el caso ERE, que aún no se sabe exactamente en qué consiste.

Este es el país al que Fátima Báñez envía sus panfletos de autoestima. Que entre el papel, el franqueo –lagarto, lagarto- y el personal empleado viene a costar más que los dos cafés por jubilado que cuesta tan ineficiente empleo de los sistemas de comunicación y propaganda. Como se está demostrando.

Ahora los defensores y encubridores del hachazo a las pensiones y su sustitución por fondos privados – incluyendo a un gobernador sin gobierno del Banco de España que parece tonto además de hipócrita- están tratando de extender una cortina de humo con el falso debate del modelo: o al modo actual o pensiones obligatoriamente mixtas, o pensiones a cargo de los presupuestos. Y esta es una gran amenaza nada encubierta: "Si fueran a cargo de los Presupuestos, habrá que poner nuevos impuestos", se ha dicho.

El único problema serio en España es que hay que empezar a aplicar la Constitución en toda su integridad de letra y espíritu; pero para eso hay que leerla. Empezando por los políticos, claro

En caso de duda, Constitución. ¿Qué dice la Constitución Española que nos pueda ser de utilidad en medio del desconcierto, el hartazgo, la humillación y la incertidumbre por el futuro? Ya en su artículo 1, la CE 78 dice que "España se constituye en un Estado social y democrático de derecho..." Veamos: ¿qué parte de 'Estado social' no se entiende? O sea, que lo Social, al estar ya en el artículo primero, debe merecer un respeto; hay que entenderlo. Social, significa social. Bien.

Por si hubiera alguna duda tenemos el artículo 50, que no tiene pérdida ni desperdicio. Es tan claro que no necesita de triquiñuelas de pleitista barato.

Los poderes públicos- dice con rotundidad- garantizarán mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo, y con independencia de las obligaciones familiares promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio.

Pero si encima todo esto fuera insuficiente para orientar lo que debe de ser la estrategia social del Gobierno de la nación y de los gobiernos regionales, y hasta de los municipales, está el artículo 128.1 que da alguna pista interesante: "Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general". A ver señorías... ¿dónde está el interés general en el uso de las energías renovables como el sol o el viento?, ¿solamente en la cuenta de resultados de las grandes empresas o también en el bolsillo de los ciudadanos?

La Constitución no deja lugar a la menor duda. V.g., señala que las pensiones serán periódicamente 'actualizadas' para garantizar la 'suficiencia económica'. Actualizar no significa sólo incrementar; tiene un significado más completo y concreto: adaptar a las exigencias de la actualidad. Y el 0.25% no cumple ese objetivo. La amenaza de que es difícil que las pensiones se carguen a los presupuestos y que habría que subirlos, es una media verdad. Más que subirlos, que puede que sí, pero no a los de siempre, hay que racionalizarlos conforme al espíritu constitucional de progresividad, que se ha ido 'burla burlando' en la práctica. Los impuestos acosan a la clase media, pero privilegian a las grandes fortunas y a los cuasi monopolios financieros o industriales. Esa es la explicación de que los ricos salgan más ricos de la crisis y por el contrario se haya minado a la clase media y los pobres hayan salido más pobres.

El único problema serio en España es que hay que empezar a aplicar la Constitución en toda su integridad de letra y espíritu; pero para eso hay que leerla. Empezando por los políticos, claro.

Y hay que ser consecuentes y honestos; el partido que crea sinceramente que la Constitución se equivoca, que es insostenible e incumplible, ingenua y desproporcionada y que hay que cambiarla, que se atreva a hacerlo. A ver dónde están esos valientes...

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Empezó dirigiendo una revista escolar en la década de los 60 y terminó su carrera profesional como director del periódico La Provincia. Pasó por todos los peldaños de la redacción: colaborador, redactor, jefe de sección, redactor jefe, subdirector, director adjunto, director... En su mochila cuenta con variadas experiencias; también ha colaborado en programas de radio y ha sido un habitual de tertulias radiofónicas y debates de televisión. Conferenciante habitual, especializado en temas de urbanismo y paisaje, defensa y seguridad y relaciones internacionales, ha publicado ocho libros. Tiene la Encomienda de la Orden del Mérito Civil.