Matteo Salvini, alias 'Águila Real'

Matteo Salvini, alias 'Águila Real'

Matteo Salvini, en una imagen de archivo.Getty

No parece que el cainismo haya hecho su aparición en estos convulsos y sospechosos tiempos en los que vivimos. La Biblia ya cuenta la historia de Caín y Abel. No parece que en esos tiempos en los que no había razones económicas o sociales para expulsar a nadie del nido materno, Caín matara a su hermano Abel para quedarse con los beneficios del incipiente Estado del bienestar. Fueron los celos, otra enfermedad de los humanos los que propiciaron el primer asesinato de la historia. Después de eso, la aniquilación del otro parece que se instaló en el código genético de los seres humanos, hasta el punto que cuando conocemos noticias como la que están protagonizando los 629 migrantes del barco Aquarius, no tenemos más remedio que pensar en Caín y en su salvaje proceder.

Matteo Salvini, ministro del Interior del Gobierno italiano, está manteniendo una conducta agresiva, basada en la aniquilación del hermano menor, actuando a imagen y semejanza de como se comportan determinadas aves de presa, que basan su supervivencia en la aniquilación del polluelo más débil. En unas ocasiones lo matan y en otras, simplemente lo expulsan del nido para que, solo y desprotegido, muera de hambre y de frío.

El águila real es uno de los ejemplos más claros que existen de ese cainismo rapaz

En algunos animales se puede observar una conducta agresiva que se basa en la aniquilación, por parte del hermano mayor o del más fuerte, de los hermanos menores o más débiles. Este fenómeno natural (cainismo) es una circunstancia frecuente, sobretodo en algunas aves rapaces que compiten por la supervivencia, el acaparamiento de la comida y atención de sus padres. El águila real es uno de los ejemplos más claros que existen de ese cainismo rapaz.

  Migrantes rescatados por el Aquarius.REUTERS

Matteo Salvini es el águila real de la política europea. Quiere todo para los italianos. Si llega al nido algún otro ser humano, buscando comida, Salvini, o no lo deja entrar o lo expulsa si en un descuido pone los pies en su amada patria.

No tienen ninguna culpa de haber nacido en el lugar equivocado

Europa, el entonces mercado común, y la ahora Unión Europea, era el lugar al que queríamos llegar quienes deseábamos la libertad, la democracia y el bienestar. Si de verdad creyéramos en la bondad del sistema que defendemos, no tendríamos inconvenientes, sino todo lo contrario, en tratar de conseguir que la mayor parte de la población se beneficiara de él. Y, por eso, los pasajeros que, hacinados, pretenden llegar donde se practica la libertad, la democracia y la igualdad de oportunidades deben ser acogidos sin temor a que lo que hemos creado en Europa pueda ser destruido por quienes no tienen ninguna culpa de haber nacido en el lugar equivocado.

Ese barco, el Aquarius, estaba en el medio del mar. Quienes lo ocupaban no eligieron nacer en una u otra orilla. Los trajeron al mundo en la orilla mala, en la orilla donde la democracia brilla por su ausencia, la libertad no existe y el Estado del bienestar es pura entelequia. Si Matteo Salvini, y tantos salvinis como hay en Europa, hubiera nacido en esa orilla, hoy estaría en el Aquarius sin entender a quienes presumen y alardean de vivir en el primer mundo porque tuvieron la suerte de nacer en la orilla buena del Mediterráneo. En esa orilla donde tenemos padres que nos quieren, maestros que nos enseñan, sanitarios que nos cuidan y nos curan y un Estado que nos protege.

Que haya sido el Gobierno español el que haya decidido acoger en su casa a los migrantes del Aquarius es toda una tarjeta de visita

De igual manera que hoy no podemos comprender que gente tan inteligente y culta, como los griegos, inventores de la democracia, de teoremas matemáticos, de escuelas filosóficas, vivieran si prejuicios morales rodeados de esclavos, mañana tampoco podrán entender que gente que inventó internet, la inteligencia artificial, que manipuló el genoma humano hasta hacer desaparecer las enfermedades, viviéramos rodeados de migrantes a los que expulsábamos del nido para que la democracia, la libertad y el Estado del bienestar fuera solo para nosotros, los europeos, ciudadanos del siglo XXI carentes de moral y de ética que veían cómo se ahogaban en el mar o como morían en las guerras tribales quienes fueron arrojados del nido sin que se apreciara ninguna diferencia entre las aves de presa y los salvinis europeos.

Que haya sido el Gobierno español el que haya decidido acoger en su casa a los migrantes del Aquarius es toda una tarjeta de visita que Pedro Sánchez deja para que los españoles sepamos donde no habita el olvido, sino la decencia.

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MOSTRAR BIOGRAFíA

Nacido en Mérida (Badajoz) en 1948, Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Sevilla. Tomó contacto con el PSOE en el seno de un grupo de estudiantes sevillanos a finales de 1969, afiliándose al Partido en 1976, reorganizando el partido en la provincia de Badajoz y en Extremadura. Elegido secretario general del PSOE en Badajoz en junio de 1979, y secretario general Regional de Extremadura en 1988. Miembro del Comité Federal del PSOE desde 1983, formando parte de la Comisión Ejecutiva Federal de 1994/6, con Felipe González, así como en la de José Luis Rodríguez Zapatero, 2004/8. Elegido diputado al Congreso por Badajoz en la Legislatura Constituyente de 1977 y reelegido en las Elecciones Generales de 1979 y 1982. Artífice del proceso preautonómico en Extremadura que desembocó en la aprobación de su Estatuto de Autonomía, siendo elegido primer presidente autonómico en mayo de 1983, desempeñando dicha responsabilidad durante seis legislaturas consecutivas refrendadas por el electorado extremeño con mayorías absolutas (a excepción de la de 1995 que fue por mayoría simple). Amigo de la desnudez de las palabras y de la lealtad a los principios que emanan del socialismo democrático logró una transformación sin precedentes de la sociedad extremeña durante su gestión, guiado por su concepción del respeto a la diversidad en el marco de la solidaridad y cohesión entre las regiones que integran el Estado. Tras su decisión de no presentarse a la reelección como presidente autonómico en Extremadura, el 29 de junio de 2007 abandona la Presidencia de la Junta, tras 24 años al frente del Gobierno autonómico, retornando a sus funciones docentes en la Universidad de Extremadura. En el X. Congreso Regional del PSOE de Extremadura de julio de 2008, renuncia a presentarse como candidato a la Secretaría General Regional cuya función desempeñaba desde 1988. En el año 2011 impulsó la creación de la Fundación Centro de Estudios Presidente Rodríguez Ibarra, que preside, cuya vocación es fomentar la idea de España en la línea que vino defendiendo en toda su ejecutoria política e institucional y el fomento de vías educativas que rompan inercias del pasado, donde el riesgo, la imaginación y el espíritu emprendedor sean notas distintivas que acompañen el devenir de la sociedad del presente y del futuro.