Los partidos entran en modo precampaña cinco meses antes de las autonómicas y municipales del 28 de mayo

Quedan más de cinco meses para las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo y los partidos ya arrancan sus maquinarias electorales con vistas a unos comicios que serán cruciales.

No han esperado mucho a que comenzara el año para ponerse en marcha las principales formaciones, que ya han reunido a sus equipos y han empezado a elaborar estrategias para lo que se viene: una precampaña larguísima que durará de enero a mayo y en la que lo nacional, previsiblemente, se comerá a lo regional y a lo local, que es lo que se vota.

Así lo presienten en el PP, como ya adelantó este jueves el coordinador general del PP, Elías Bendodo.

El ‘número tres’ de los populares salió ante los medios después de la primera reunión del equipo de campaña del PP para los comicios del 28-M, que ha sido noticia esta semana por la incorporación de Borja Sémper, quien abandonó la política durante la etapa de Casado y a quien Alberto Núñez Feijóo ha rescatado con la idea de aportar “moderación” al partido.

“La maquinaria está a pleno rendimiento, la sexta marcha está metida de cara a las elecciones”, anunció Bendodo, quien aseguró que Feijóo pidió a los suyos “una campaña honesta, constructiva y de propuestas”. Este mensaje se repetirá probablemente este sábado en Zaragoza, donde el PP presenta a sus 14 candidatos regionales.

“Los territorios van a ser protagonistas”, prometió el ‘número tres’ del PP, quien sin embargo no negó que los temas nacionales vayan a tener “mucho peso” en la precampaña que pretenden llevar a cabo los populares porque, dijo, “tienen un componente nacional debido a la cantidad de decisiones conflictivas e incomprensibles que está tomando el Gobierno”.

En pocas palabras, el PP pretende explotar las polémicas del Ejecutivo de aquí a mayo, centrándose en la reforma de la sedición, de la malversación y en la ley del ‘sólo sí es sí’.

Anular, de este modo, la estrategia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien, como ya ha contado El HuffPost, buscaba dejar solucionados los ‘marrones’ políticos a finales del 2022 y arrancar el 2023 hablando de economía.

Concretamente, de la ausencia del “apocalipsis” que muchos vaticinaron para la economía española, como ya ha venido repitiendo el propio Sánchez en sus numerosas declaraciones públicas desde que arrancó el nuevo año.

El jefe del Ejecutivo también se pondrá el traje de campaña y viajará a Sevilla, tradicional feudo socialista, donde arropará al alcalde de la capital andaluza.

Con sus barones nerviosos por las posibles consecuencias de la reforma del Código Penal cuando se juegan la reelección, Sánchez y el PSOE tendrán que saber jugar con los avances sociales y los logros económicos frente a las polémicas que no ha terminado de despejar.

La estrategia ya la comenzó a desplegar este viernes la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, destacando que las medidas del Ejecutivo se han centrado en “proteger” a la clase media y en “avanzar”.

“En los próximos meses vamos a discutir efectivamente si queremos que España siga avanzando en beneficio de todos o que lo haga sólo en pos de unos pocos”, ha expresado Montero contraponiéndolo al PP.

La dirigente socialista ha querido también mandar un mensaje a los presidentes regionales del partido, muy críticos últimamente con algunas decisiones del Gobierno. Por un lado, poniéndoles en valor. Por otro, reclamando remar “todos en la misma dirección” sin entretenerse “en políticas de confrontación estériles que no permiten avanzar, que dan la impresión de que la política no es útil, lo que es caldo de cultivo para la extrema derecha”.

La idea de los socialistas es que la campaña muestre la diferencia entre PSOE y PP a la hora de afrontar las últimas crisis. “La gestión del PP, basada en la precariedad, los recortes y poner el peso de la crisis sobre la clase media, frente al Gobierno que protege a la clase media, motor del avance y del desarrollo”, ha expresado Montero.

Desde el PSOE se mira con mucha atención a los movimientos de los partidos a su izquierda, particularmente de Sumar, el proyecto de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Aunque Sumar no concurre a las autonómicas y a las municipales, Díaz también se ha puesto en modo campaña, sobre todo porque tiene previsto anunciar en pocos días si concurre o no como candidata a las elecciones generales de final de año.

Sin embargo, lo que todos esperan es que se desvele cuál va a ser la relación con Podemos. Desde la formación morada no quieren integrarse en el proyecto de la vicepresidenta, sino una coalición, tal y como expresó Irene Montero, ministra de Igualdad, en declaraciones a la SER esta misma semana.

Pero Díaz, muy a su estilo, ha dejado claro sin referirse expresamente a este asunto, cuál es su pensar. Lo hizo este jueves, en la presentación de las ideas de los grupos de trabajo de Sumar, cuando apostó por no estar “en una esquina del tablero” sino “en el centro, ocupando y representando a la mayoría social”.

“Queremos gobernar, por eso tanto empeño, tantos meses en trabajar colectivamente en ese diseño para un nuevo país”, agregó Díaz, que este sábado estará en Barcelona acompañada por Ada Colau, alcaldesa de Barcelona.

Otro movimiento que se observa como toda una declaración de intenciones de la que en Podemos, todavía, siguen llamando su “candidata”.

Porque los morados quieren que Díaz diga ya qué va a hacer. “Se debería abordar cómo ir a las elecciones ya”, expresó Montero. “Deberíamos hablarlo ya”, insistió la titular de Igualdad, quien apuesta por la coalición como fórmula de unión entre ambos proyectos. “A Podemos nos interesa seguir siendo la fuerza que transforma. Siempre diferentes partidos pero respetándonos. Creemos que es posible un acuerdo de coalición y es por lo que vamos a trabajar”, agregó.