La jueza desestima dejar en libertad o en arresto domiciliario a Zaplana
"Si pide ir al gimnasio, está en perfecto estado", sostiene la magistrada, pese a que los abogados del exministro temen por infecciones debido a la leucemia que le diagnosticaron en 2015.
La titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia, que instruye el caso Erial en el que se investigan delitos de cohecho, blanqueo de capitales, malversación y prevaricación, ha desestimado dejar en libertad o en arresto domiciliario al expresidente de la Generalitat y exministro del PPEduardo Zaplana, han informado fuentes jurídicas.
La defensa de Zaplana, ejercida por el bufete Miláns del Bosch, solicitó la semana pasada, mediante un recurso de reforma, la libertad por razones humanitarias, o en su defecto arresto domiciliario del expresidente valenciano, que permanece en prisión desde el pasado 22 de mayo. El pasado viernes, el fiscal anticorrupción se opuso a esa libertad condicional de Zaplana, al que en el año 2015 se le diagnosticó una leucemia, por considerar que existía riesgo de fuga y posibilidad de destrucción de pruebas.
Según el diario Levante, los abogados de Zaplana dijeron que su detención era "innecesaria y desproporcionada", que no existía "ningún riesgo objetivo de destrucción de pruebas" ni de fuga, tanto por el "arraigo personal y familiar" del exdirigente popular como por la "grave enfermedad" que padece, que requiere cuidados "continuos y periódicos".
Fuentes de la defensa añadieron a la Agencia EFE que la jueza ha denegado la petición pese a los informes médicos, incluido el forense, que informaban negativamente de la permanencia en prisión de Zaplana, ya que sufre "un cuadro profundo de immunosupresión", lo que supone un "mayor riesgo de sufrir infecciones y que puede llegar incluso a riesgo de muerte".
Uno de esos informes informe, adelantado ayer por la Cadena SER, reconoce que la atención y el control en la cárcel es "totalmente correcto", aunque insiste en que "las condiciones de falta de asepsia" incrementan el riesgo de que el paciente contraiga enfermedades, por lo que "la estancia en el centro penitenciario incide de forma muy negativa en la patología que sufre".
Sin embargo, la jueza, según esta emisora, rechaza el recurso con el argumento de que "quien comete presuntamente un delito debe asumir las consecuencias de sus actos siendo él el único responsable". Es más: la magistrada añade que durante las vigilancias a las que se ha sometido a Eduardo Zaplana desde el año 2015 -cuando comenzó la investigación y cuando se le detectó el cáncer- han confirmado que llevaba una vida "muy activa", acudiendo a restaurantes o a dar conferencias "desplazándose de un sitio a otro sin llevar mascarilla, en un medio hostil donde se puede coger cualquier tipo de virus".
Además, apunta que Zaplana ha solicitado el uso del gimnasio de la cárcel de Picassent en la que se encuentra, lo que, a juicio de la magistrada, "evidencia que se encuentra en perfecto estado independientemente de la enfermedad que padece".
Las acusaciones
En el auto de prisión del pasado 22 de mayo, la jueza acusó a Zaplana de los delitos de blanqueo de capitales, cohecho, prevaricación, malversación de caudales públicos, tráfico de influencias, fraude en la contratación, delito fiscal, falsedad documental, asociación ilícita para delinquir y grupo criminal.
En el caso Erial, el juzgado de Instrucción número 8 de Valencia investiga, entre otras actuaciones, el presunto cobro de comisiones derivadas de la concesión de las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV), realizadas en 1997 durante la gestión de Zaplana al frente de la Generalitat, y del Plan Eólico de la Comunitat Valenciana, puesto en marcha en 2003.