La economía avanza, pese a ellos

Estos días releía una entrevista en la que Pablo Casado posaba sonriente mientras afirmaba, el 10 de octubre de 2021, que España se encaminaba a la quiebra y que estábamos abocados al rescate. Nunca una afirmación fue tan desafortunada cuando lo que se expresa, a tenor de su sonrisa, más pudiera parecer un deseo que una preocupación real.

Pero si, además, carece de cualquier dato que la sostenga, estamos ante un nuevo ejercicio de irresponsabilidad del principal líder de la oposición. El mismo que dijo que los ERTE acabarían convirtiéndose en ERE y en despidos masivos, cuando se ha demostrado un instrumento eficaz para proteger el empleo de millones de españoles y ha servido como palanca de la recuperación junto a otros instrumentos como las líneas de avales del ICO y las prestaciones por cese de actividad para autónomos.

Pese al catastrofismo, los malos augurios y las mentiras sobre las que la derecha envuelve la recuperación económica y la llegada de los Fondos Europeos, la economía avanza bien. Y la mejor manera de demostrarlo es enfrentando a tantas falsedades: los datos que avalan que recuperamos el empleo, la actividad económica y productiva, que crecemos de forma más sostenible y sostenida en el tiempo y que estamos logrando que la recuperación sea justa, llegando a todas las personas, familias, sectores y territorios a la vez, para combatir la desigualdad y extender los efectos de la recuperación a todos.

En 2021 el PIB creció un 5%, su mayor ritmo en 21 años, gracias a la demanda nacional, a la aceleración de la inversión y las exportaciones y a las políticas públicas, superando las previsiones del Fondo Monetario Internacional y del Banco de España. Hemos logrado que ese crecimiento económico vaya de la mano de los avances sociales y hoy es el día que hay más de 20 millones de personas trabajando, se han creado más de 840.000 empleos en 2021, se han subido las pensiones conforme al coste de vida real y se está trabajando para una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional en 2022.

Otro dato importante que desarticula el catastrofismo alarmante del PP es la recaudación tributaria en 2021, que ha crecido un 15,1% gracias a la recuperación de la actividad económica, el impulso del consumo y la creación de empleo, con cifras récord de afiliación a la Seguridad Social.

No solo se ha cumplido la previsión de recaudación del Gobierno incluida en los PGE de 2021 sino que, además, se han obtenido 1.275 millones de euros más de ingresos que los estimados en dichas cuentas públicas. Al mismo tiempo, el Ejecutivo ha aprobado importantes reducciones fiscales como el IVA de la factura eléctrica o de productos sanitarios para hacer frente a la COVID. Además, la proyección de ingresos tributarios no se cumplía desde 2010 y nunca se cumplió en todos los años de gobierno de Mariano Rajoy.

La tasa de paro se encuentra en el 13,3%, el nivel más bajo desde 2008, aumentando el empleo en sectores privados más que en el sector público, en todas las Comunidades Autónomas, mejorando los niveles de empleo femenino y reduciendo el paro juvenil, alcanzando niveles de empleo previos a la pandemia. Lo que demuestra que, frente a la respuesta del PP a la crisis financiera anterior -con recortes, privatizaciones y subidas de impuestos- con la que tardamos una década en salir, de esta crisis sanitaria hemos logrado recuperarnos dos años después de forma plena protegiendo a todos los sectores económicos y sociales.

En definitiva, frente a las políticas liberales y de recortes que abrieron la brecha de la desigualdad, aumentando la población en riesgo de exclusión social y pobreza, la respuesta a esta crisis en la que el Gobierno de Pedro Sánchez siempre ha tenido un objetivo claro: no dejar a nadie atrás y salir con más justicia social e igualdad.

Y todo, también, de forma muy distinta, así, frente a su modelo de imposición y ausencia de dialogo, está nuestra voluntad de dialogar y acordar para recuperarnos de la crisis todos unidos, para llegar al consenso y pactar hasta la reforma laboral entre trabajadores y empresarios por primera vez en democracia. Hoy gestionamos mejor, de forma eficaz, de forma justa y redistributiva, y España y la economía, pese a ellos, avanzan bien.