El Gobierno y el PSOE hemos puesto todo de nuestra parte para lograrlo, alcanzando acuerdo con agentes sociales y económicos y tendiendo la mano a todas las formaciones políticas.
Lo fácil sería aprovechar la debilidad de nuestro adversario político y convocar elecciones anticipadas; lo patriótico y lo democrático a la vez, es preservar el interés general.
Todo lo que contribuya a que España avance es mal visto por una oposición a la que le da igual poner en juego los intereses de los españoles si con eso consiguen desgastar al Gobierno.
No solo porque son más del 95% de las empresas que hay en nuestro país, sino porque generan dos de cada tres empleos. Son el principal motor de la economía española.