La bola de cristal
Solo un país tan inmaduro como el nuestro se merece un monarca tan 'bribón'.
‘Siempre seré un niño si me tratas con cariño’.
Solo un país tan inmaduro como el nuestro se merece un monarca tan ‘bribón’. Podría pasar a la historia con ese apodo, pero me temo que más bien pasará como Juan Carlos I el Inviolable.
Es aquí donde está el debate serio, la inviolabilidad. Lo reprochable e ilegal de las prácticas de un jefe de Estado cubierto por todos los poderes del país. Ningún presidente de los gobiernos de nuestra nueva democracia, ningún fiscal, juez, tribunal, policía o militar, y tampoco la prensa, se atrevieron jamás a desvelar el interior de la hermética bola de cristal de la monarquía. Rosebud, ciudadano Rey.
Excluir del debate a la monarquía sería inmaduro y absurdo, ya que el jefe del Estado es, precisamente, un rey. Además, es por este estatus de monarca por lo que es inviolable. Ahora Felipe VI está blindado tras el empañado cristal de la bola. ¿Se imaginan un jefe de Estado electo de cualquier nación con el privilegio de ser inviolable ante la ley? ¿Cómo se puede excluir del debate a la monarquía? Para los de siempre ahora no es el momento, nunca lo es.
Nuestra democracia actual es una bipolar cuarentona provocadora con la mente de una adolescente continuamente enfadada consigo misma. Súbdita confiada del Rey.