"Jugar al todo o nada", por Marta Flich
No me negarás que después de Ortega Cano, es la frase más desconcertante...
El Consejo General del Poder Judicial es el Gobierno de los jueces. Por no entrar en más complejidades, en la Constitución se dice de forma cristalina que ese Gobierno se tiene que renovar cada cinco años. Es uno de los tres poderes del Estado: legislativo, ejecutivo y judicial.
Este CGPJ, el que tenemos hoy por hoy, fue el que emanó del último Gobierno del PP. El Partido Popular tiene sin renovar de forma ilegal cuatro años. Ni los intentos (cuestionables o no) del PSOE de impedir nombramientos para obligar a esa renovación han surtido efecto en un PP que en este aspecto y siendo objetivos, no cumple la Constitución.
González Pons (negociador del PP, entre otras muchas muescas en la culata) decía: “Nos hemos dado una última oportunidad. Todo aquel que en esta vida haya tenido una pareja y se haya dado alguna vez una última oportunidad, sabe de lo que estamos hablando. JUGAR al todo o nada.” ¿Qué es jugar al todo o nada? El TODO es cumplir la ley, la carta magna, la Constitución y la NADA, es no cumplir la ley.
En esta dinámica en la que llega un momento en el que los españoles tenemos que entender cómo funciona el mercado marginalista, qué son las gasificadoras o cuál es la geoestrategia mundial, surge de nuevo la necesidad de que nos hagan entender en qué nos afecta el bloqueo del CGPJ. Y estoy de acuerdo. Hay ocasiones en las que no nos quieren hacer pedagogía, sino que trasladándonos estrés y ruido quieren determinar nuestras emociones o hartazgo hacia un lugar u otro.
En mi opinión, no es el caso de que debamos entender el CGPJ y como nos afecta. De la misma forma que saco de la ecuación anterior el mercado marginalista de la energía donde si se entiende y se ven las fuerzas que ejercen poder en los mercados y en el capital de este país. Importante por tanto, entender ciertas cosas que sí nos afectan.