'Frozen' resuelve el caso de la muerte de nueve excursionistas 60 años después
Disney ha arrojado luz al conocido como el misterio del paso Diátlov.
Han tenido que pasar 62 años para que el caso de la muerte de nueve excursionistas en los Montes Urales en 1959 —conocido como el misterio del paso Diátlov— se resuelva. El grupo de estudiantes, acompañados de su instructor, estaban realizando una expedición de esquí. Y ahí va el dato curioso: el misterio no lo ha resuelto ningún detective, lo ha hecho la tecnología que Disney utilizó en Frozen.
Un equipo de búsqueda encontró los cuerpos semanas más tarde. Las tiendas parecían abiertas por dentro y apenas salía nieve de ellas. La autopsia determinó que unos habían muerto por hipotermia, mientras que otros lo hicieron por lesiones extremadamente graves, hasta el punto de presentar mutilaciones. Algunos de los cadáveres tenían los cráneos destrozados, otros aparecieron sin ojos y uno de ellos no tenía lengua.
Este último aspecto es lo que nunca llegaron a entender las autoridades rusas, que pensaron que los excursionistas habían muerto a manos de una fuerza desconocida. Algo que dio pie a teorías de la conspiración, entre ellas la de experimentos militares secretos de la Guerra Fría, la llegada de los extraterrestres, pruebas nucleares clandestinas —ya que algunos presentaban radioactividad, o la existencia del Yeti (la leyenda del hombre de las nieves).
Aunque, según publica la revista científica Communications Earth and Evironment, una pequeña avalancha podría haber sido la causa de la tragedia, pero nunca se pudo probar, hasta ahora.
Johan Gaume, jefe del Laboratorio de Simulación de Avalanchas de Nieve de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza), vio Frozen en 2013 y se asombró al ver cómo Disney había conseguido recrear de una forma tan realista el movimiento de la nieve.
Gaume quería estudiar cómo podía afectar el impacto de una avalancha en el cuerpo humano y pensó que el encargado de los efectos de animación de la película podría ayudarle a esclarecerlo. Por eso, según publica National Geographic, decidió buscar respuestas y viajó a Hollywood para conocerlo. Así obtuvo el código de animación que emplearon en la película de animación.
A partir de esa información y sus modelos de simulación de avalanchas, el científico concluyó que un golpe de nieve contra el cuerpo humano, por pequeño que sea, tiene la misma fuerza que la de un proyectil, si impacta desde un ángulo preciso en el cuerpo humano.
Conclusión: una pequeña avalancha —de la que se desprendió un bloque de hielo rígido—, habría aplastado a los estudiantes que estaban dormidos, de ahí las lesiones graves que presentaban y que no les provocaron una muerte inmediata. El resto de compañeros se llevó a sus amigos heridos, y murieron de hipotermia. Lo que aún no se ha podido esclarecer es por qué los cuerpos presentaban radioactividad.
El misterio del paso Diátlov se llama así por Igor Dyatlov, de 23 años, que fue la persona que dirigió la expedición.