España sufre su noche más heladora en dos décadas
El país, con 11 provincias en alerta roja, trata de recuperarse de Filomena, el peor temporal en 50 años.
Abusamos mucho en los medios de las famosas “olas de frío”, pero esta es de las de verdad verdadera. España se encuentra desde ayer lunes inmersa en una de las buenas, muy intensa, cuyo pico se espera en las primeras horas de este martes. La noche, a la espera de que se conozcan los datos finales, debía ser, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la más gélida en todo el país desde la ola de frío de 2001.
A las seis de la mañana, la temperatura más baja se medía en Alhama de Aragón, una población de Zaragoza situada a tan solo 664 metros de altitud, con -17,4 ºC, seguido de Puerto El Pico (Ávila), con -16,4 ºC, y de Sigüenza (Guadalajara), con -15,4 ºC. Pero es que un par de horas más tarde aún ha bajado más, se han registrado -25ºC en Molina de Aragón (Guadalajara), y los termómetros particulares han llegado a marcar 30 grados bajo cero en la zona de Calamocha (Teruel) y municipios de la sierra de Albarracín, como Torremocha, donde se ha registrado hoy 26 grados bajo cero, y Royuela, máximo con 30 bajo cero. Se trata de las temperaturas más bajas desde 1971 en la zona.
El alcalde de Molina de Aragón, Francisco Javier Montes, explicaba en Hoy por Hoy de la Cadena SER que los operarios que retiraban nieve y hielo no podrán salir a trabajar hasta las diez de la mañana: “Es inhumano. Pedimos conciencia a la ciudadanía y que no salga de casa si no es necesario”.
Los 10 registros de mínimas más bajos superaban la cota de los 13 grados bajo cero en puntos de Segovia, Cuenca, Teruel, Zaragoza, Guadalajara y Madrid. En La Mancha se anuncian registros de -25 grados.
Once provincias de Castilla-La Mancha —Albacete, Cuenca, Guadalajara y Toledo—, Comunidad de Madrid, Castilla y León —Ávila, Burgos, Segovia y Soria— y Aragón —Teruel y Zaragoza— se encuentran a esta hora en alerta roja —la máxima de una escala de tres— por temperaturas muy extremas de hasta 16 grados bajo cero, algo realmente poco usual en nuestro país. Alertas rojas se decretan, habitualmente, por exceso de calor, y sólo se han decretado en cuatro ocasiones desde que en 2006 se pusiera en marcha el actual sistema de avisos, indica El País.
Hasta 40 de las 50 provincias tienen activos avisos por frío de distinta gravedad, incluidos los territorios más templados del país, como Comunidad Valenciana, Barcelona, Sevilla y Murcia. A partir de este martes, las temperaturas comenzarán poco a poco a subir, pero no volverán a valores cercanos a la normalidad hasta el fin de semana. Se esperan fuertes heladas y temperaturas inferiores a los menos 10 grados en ambas mesetas.
Si a esto sumamos que durante el día se deshace parte de la nieve acumulada, el problema está servido: al ponerse el sol se congela dando paso a las temidas heladas en calles y carreteras.
La ola de frío llega cuando la situación va poco a poco normalizándose tras el paso de la borrasca Filomena, que ha dejado varios muertos, vías cubiertas de nieve, árboles caídos, incidencias en las instalaciones de agua y el cierre del tráfico aéreo, de trenes y por carretera, así como a miles de estudiantes sin clases.
Hasta el viernes, las heladas se mantendrán en “prácticamente” toda la Península excepto en las zonas costeras y el valle del Ebro donde, debido al cierzo, será difícil que se baje de cero grados, aunque sí tendrán una importante sensación térmica de frío. Por el día, los termómetros apenas si podrán remontar y no superarán los 5ºC en las dos mesetas y en el nordeste peninsular e incluso se quedarán en valores negativos durante todo el día las zonas de montaña en el sur de Aragón y en el nordeste de Castilla-La Mancha. Por si esto fuera poco, el viento sopla con intensidad en el tercio norte y en el nordeste, lo que multiplica la sensación de frío.