En el siglo XX, el dinero compraba objetos

En el siglo XX, el dinero compraba objetos

Los 88 Peldaños del Éxito

En el siglo XXI, compra vida.

Hay una diferencia significativa entre cómo usábamos el dinero en el siglo XX y cómo deberíamos hacerlo en el siglo XXI. En el siglo veinte, el dinero compraba cosas. En el siglo XXI, debería comprar acceso a ellas. Lo importante no es tener un barco o no tenerlo, sino poder disfrutar de él o no hacerlo. Cuando eres dueño del barco y lo disfrutas quince días al año, tienes quince días de placer y trescientos cincuenta de carga (mantenimiento, robos, tormentas, limpieza, puesta a punto). Cuando, en lugar de comprarlo, lo alquilas, tienes quince días de uso y trescientos cincuenta de paz. A la larga, podrá salir más caro, pero invertir en la paz que da la diferencia de precio es invertir en vida.

Usar el dinero para obtener, no objetos, sino acceso a ellos ciertamente es una forma de comprar más vida, pero existe otra cuyos efectos son todavía mayores: alquilando parte de la vida de otros para tener más de la tuya. ¿Cómo? Contratando la ayuda de otros para nuestros quehaceres diarios, tanto domésticos como profesionales.

Parece obvio y, sin embargo, requiere un cambio de mentalidad que pocos realizan. Que tú realices ese cambio es el propósito de este Peldaño. Es necesario que aprendamos a no hacer las cosas nosotros mismos. En el siglo XXI, gracias a internet, tenemos casi cualquier servicio a nuestro alcance, tanto online (se realiza a través de internet) como offline (se realiza en persona, pero internet nos permite encontrarlo). Asimismo, esa explosión de servicios ha reducido mucho sus costes. Es por esto que nosotros deberíamos centrarnos en aquello que hacemos especialmente bien, esto es, lo que nos da de comer, y el resto de áreas deberíamos dejarlas en manos de aquellos que se dedican a ello. ¿Por qué? Por tres motivos: dado que se dedican a ello, harán el trabajo mejor y más rápido que nosotros, nos ahorrarán muchos quebraderos de cabeza, lo cual se traduce en vida, y nos ahorrará dinero.

¿Contratar a otra persona nos ahorra dinero?

Si tu salario por hora es de 50 euros, cada vez que contratas a una persona que te cobra 20 euros en lugar de hacer un trabajo tú mismo, no perdiste 20 euros, sino que ganaste 30 euros, que es la diferencia con lo que cuesta tu hora de trabajo. Si fuese de 100 euros por hora, entonces habrías ahorrado ochenta. Cada vez que haces tú mismo algo que podría hacer otra persona que gana menos por hora que tú, has perdido dinero. (Si gana más por hora que tú pero hace el trabajo en menos horas, se produciría el mismo resultado.)

No digas «no puedo permitírmelo», ya que lo cierto es que no puedes no hacerlo. Conseguir tener a cinco personas a mano que te resuelvan la vida te dará más vida.

La fuerza de este Peldaño no está tanto en ponerte al tanto de la importancia de externalizar las tareas que necesites que se lleven a cabo en tu vida como en despertar tu mente para conseguir que lo hagas. Lo único que necesitas es hacerlo la primera vez. Aquí te doy varios ejemplos:

— Ayudante informático: si existe un ámbito rey en la generación de frustración, es el ámbito de la tecnología. No te pelees con ella. Aprende su 20 por ciento más básico y deja el 80 por ciento restante, el frustrante, en manos de un ayudante informático.

— Ayudante mañoso: haz lo siguiente la próxima vez que se te estropee la persiana de casa o se te rompa una bisagra de una puerta. En lugar de frustrarte, compra paz. Simplemente anota en un papel todos los desperfectos que necesitas que el ayudante repare y olvídate de ellos hasta el día que llegue a tu casa a arreglarlos. Muy importante: pídele que acuda a tu casa de forma regular, por ejemplo semanal, quincenal o mensualmente, según el número de tareas. Esto revolucionará tu paz mental.

— Servicios de limpieza y cuidado infantil: si bien estos dos servicios sí son ampliamente usados, aquí la vuelta de tuerca está en ampliar su rango. Contratar a una limpiadora o niñera de vacaciones con la familia puede ser caro, pero lo que me interesa es el cambio de mentalidad que le otorga un valor mucho mayor. Es posible que, para poder contratar sus servicios, sea un acierto comprarse un coche más barato, dado que no es lo segundo, sino lo primero, lo que otorga más vida.

Y el más importante:

— Una asistente o secretario/a virtual: gracias a internet existen miles de secretarios/as dispuestos/as a trabajar para ti desde sus casas a precios más que asequibles. Puedes contratar sus servicios para cualquier tarea que no requiera presencia física, y sólo cobran por las horas que trabajan. Entender el poder de este servicio es multiplicar exponencialmente tu vida. Problemas con tu operadora telefónica, con tu seguro del coche, fijar una cita médica, encontrar en tu zona a uno de los ayudantes anteriores, dar con un profesional que tu empresa necesita o investigar por internet un tema de vital importancia para un trabajo que estás realizando en la oficina hasta que encuentre la respuesta son tareas que un asistente virtual puede realizar por ti, y seguramente, con mucha mayor celeridad.

Hacer uso de todos estos servicios es la diferencia entre vivir más o vivir menos, producir mucho en el trabajo o producir tan sólo un poco.

Prepárate para ver de una forma despiadadamente gráfica la magia de este Peldaño.

Supongamos que por el precio de unos asientos tapizados de tu nuevo coche te puedes costear un total de trescientas horas de trabajo de un informático, un ayudante mañoso, una limpiadora o canguro para tus vacaciones, y una secretaria virtual. Supongamos además que el asistente virtual, el informático y el manitas te van a evitar que errores de email y rupturas de cisternas y ventanas te arruinen el día varias veces, y la limpiadora o niñera que se echen a perder tus vacaciones. ¿Realmente crees que vale la pena perder la vida que suponen varios días de frustración o unas vacaciones irritantes por tener unos asientos tapizados?

Parece sorprendente y, sin embargo, ese error se comete un día tras otro en cada ciudad de cada provincia de cada país.

No digas «no puedo permitírmelo», ya que lo cierto es que no puedes no hacerlo. Conseguir tener a cinco personas a mano que te resuelvan la vida te dará más vida.

#88peldaños

En el siglo XX el dinero compraba objetos.

En el siglo XXI, compra vida.

@anxo