El Tribunal de Estrasburgo frena la primera deportación de inmigrantes a Ruanda del Gobierno de Johnson
El Ministerio del Interior confirma que el avión, un ‘Boeing 767-300’ emplazado en una pista del Ministerio de Defensa, no despegará en la noche de este martes.
El primer vuelo con solicitantes de asilo hacia Ruanda, en el marco de las quejas de las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, no ha despegado finalmente en la noche de este martes debido a una orden emitida por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) para impedir la deportación de los migrantes.
El Ministerio del Interior ha confirmado a la cadena británica BBC que el avión, un Boeing 767-300 emplazado en una pista del Ministerio de Defensa en Boscombe Down, en Amesbury, no ha despegado en la noche de este martes.
Minutos antes, la organización benéfica Care4Calais ha dicho en su perfil oficial de Twitter, tras un baile de cifras y confusión por el número de personas dentro del aparato, que se estimaba en siete, que había solo un pasajero en el vuelo.
Según han recogido distintos medios británicos, un juez “fuera de horario” ha examinado la media docena de casos restantes tras la orden del tribunal europeo. Finalmente, la ONG ‘Stop Deportations’ ha señalado que ningún migrante será deportado.
En este momento no existe una vía para que el Ministerio del Interior de Reino Unido apele la decisión del juez, quien ha anulado todos los fallos de las autoridades británicas, tal y como ha recogido la agencia de noticias DPA.
En concreto, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha emitido una orden para detener la deportación de un solicitante de asilo de nacionalidad iraquí que dejó su país en abril de 2022 e hizo una parada en Turquía antes de viajar en barco, a través del Canal de la Mancha, a Europa. Alegando estar en peligro, solicitó asilo a su llegada a Reino Unido el pasado 17 de mayo.
“El Tribunal Europeo ha indicado al Gobierno de Reino Unido que el solicitante no debe ser expulsado a Ruanda hasta tres semanas después de la entrega de la decisión interna final en su juicio judicial en curso”, ha indicado en un comunicado, una orden que, finalmente, ha acabado afectando a los demás solicitantes.
Primeras reacciones
Uno de los primeros en reaccionar a la cancelación ha sido el alcalde de Londres, Sadiq Jan, quien ha dicho en su perfil oficial de Twitter que “la deportación inhumana de solicitantes de asilo a Ruanda de esta noche ha sido detenida por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos”.
“Enviar a personas que huían de la violencia a un país a miles de kilómetros de distancia ya era cruel e insensible. Ahora también es potencialmente ilegal”, ha agregado el alcalde de Londres, del Partido Laborista británico.
Por su parte, el exlíder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, ha calificado de “devastador” los planes “inhumanos” del Gobierno británico. “Gracias a los muchos brillantes activistas que han luchado incansablemente por los derechos de los refugiados”, ha subrayado en su perfil oficial de Twitter.
Entre los que han criticado la polémica medida impulsada por el Ejecutivo del primer ministro, Boris Johnson, se encuentra el arzobispo de Gales, Andrew John, quien la ha calificado de inmoral e ineficaz, según ha recogido la cadena BBC.
Asimismo, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el arzobispo de York, Stephen Cottrell, han señalado que la política “debería avergonzar” a Reino Unido. “El plan se presenta como una respuesta humanitaria para combatir la trata y el tráfico de personas, pero el resultado agravará el sufrimiento de quienes ya son víctimas”, han dicho, según recoge la página web de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales.
El acuerdo con Ruanda permite a las autoridades británicas enviar al país africano a los solicitantes de asilo que crucen el Canal de la Mancha. Dicha inicitiva está dotada con 120 millones de libras ―144 millones de euros― y se centrará sobre todo en hombres sin cargas familiares que lleguen a Reino Unido a través de embarcaciones o camiones.
Por su parte, la portavoz del Ejecutivo ruandés, Yolande Makolo, ha expuesto ante la prensa que su Gobierno está ofreciendo a los migrantes que llegaron a territorio británico tras cruzar el canal de la Mancha una “nueva vida”. Así, ha explicado que se les brindará todo tipo de apoyo, incluido alojamiento, y que aunque Ruanda rechace su petición formal de asilo podrán solicitar la residencia legal.
Makolo ha apuntado también que las autoridades de Ruanda están dispuestas a apoyar la vuelta de estos migrantes a su país de origen o a un tercer país. “Esperamos que elijan quedarse con nosotros”, ha declarado, alegando que es necesario no caer en estereotipos a la hora de hablar de África.
Downing Street ha justificado que el enfoque actual sobre migración le cuesta a Reino Unido 1.500 millones de libras esterlinas (1.700 millones de euros) cada año, con casi 5 millones de libras al día alojando a los solicitantes de asilo en hoteles.