El Ejército birmano bloquea Facebook para impedir que se organicen protestas contra el golpe
Los militares presentan cargos contra la Nobel Suu Kyi y el actual presidente, Win Myint, que estarán arrestados al menos durante dos semanas.
El gobierno militar birmano, que tomó el poder el lunes en un golpe de Estado, ordenó la pasada madrugada a las compañías de telecomunicación el bloqueo del acceso a Facebook, mientras se observan las primeras campañas de desobediencia civil.
“La operadores de telecomunicación en Birmania han recibido la orden de bloquear temporalmente Facebook. Instamos a las autoridades a restablecer la conectividad para que las personas en Birmania puedan comunicarse con familiares y amigos y acceder a información importante”, indicó a Efe una portavoz regional de la red social.
El portal NetBlocks, que se encarga de vigilar el acceso de las comunicaciones informáticas en todo el mundo, confirmó que Facebook y otras plataformas dependientes de la matriz, como Instagram o Facebook Messenger, han sido restringidas por la operadora MPT, de copropiedad pública y controlada por el gobierno.
La compañía privada Telenor también muestra un descenso en el acceso a la red social, apunta NetBlocks. En un comunicado, Telenor, con sede en Noruega, confirmó que el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, ahora controlado por los militares, ha solicitado a “todos los operadores de telefonía móvil y de internet” bloquear Facebook.
“Si bien la orden tiene base jurídica en la legislación de Birmania, Telenor no cree que la solicitud se base en la necesidad y la proporcionalidad, de conformidad con el derecho internacional de los derechos humanos”, apunta la compañía, que remarca no obstante que cumplirá a partir de hoy con la directiva al tiempo que expresa “su grave preocupación por la violación de los derechos humanos”.
Para impedir las protestas
Con una población de 54 millones de habitantes, se estima que en Birmania hay unos 22 millones de usuarios de Facebook, la red social predominante en el país.
La asonada militar ha generado en el país un incipiente movimiento de desobediencia civil al que se ha unido personal sanitario de más de 70 hospitales y centros médicos de Birmania que rechazan trabajar para una dictadura.
Miles de residentes de Rangún, la antigua capital y ciudad más poblada del país, también protestaron anoche por segundo día consecutivo contra el golpe de Estado con ruidosas caceroladas.
Los militares forzaron el lunes la declaración del estado de Emergencia para hacerse con el poder al alegar un supuesto fraude masivo en las elecciones generales celebradas en noviembre y donde la Liga Nacional para la Democracia (LND), encabezada por la Nobel de la Paz Aung Sann Suu Kyi, arrasó en las urnas.
Cargos para justificar los arrestos
En paralelo, un tribunal de Birmania ha concedido una solicitud policial para detener a la depuesta líder del país, Suu Kyi, y al presidente, Win Myint, hasta el 15 de febrero, por presuntamente importar y usar ilegalmente equipos de comunicaciones, mientras que el Ejército ha liberado a unas 400 personas tras su detención durante el golpe.
Ayer miércoles, la Policía había acusado a Suu Kyi de violar la Ley de Exportación e Importación, mientras que Myint ha sido acusado bajo la Ley de Gestión de Desastres Naturales, ambos bajo arresto domiciliario desde el golpe de estado del pasado 1 de febrero.
Supuestamente, la seguridad privada de la vivienda donde permanece en arresto domiciliario la líder tendría en su posesión nueve walkie talkies. En caso de ser declarada culpable, se arriesga a una pena de hasta tres años de prisión, informa el diario The Irrawaddy.
Según recoge Myanmar Times, la sentencia del tribunal legaliza la detención durante dos semanas más, a la espera de que el recién establecido Gobierno militar consolide su control sobre el país.
En cuanto al presidente, ha sido acusado de violar las restricciones impuestas para luchar contra el coronavirus cuando acudió a un acto de campaña, al que, según la Policía, acudieron unas 760 personas, pese a que el máximo permitido era de 50.
Por su parte, el Ejército ha liberado a unas 400 personas, incluidos miembros de la NLD, el partido gobernante y ganador de las elecciones que desencadenaron la insurrección militar, tal y como han confirmado fuentes del movimiento a la agencia ajponesa Kiodo News.
Además, el Gobierno militar ha nombrado a una nueva Comisión Electoral para supervisar las supuestas elecciones que se han comprometido a convocar una vez acabe el estado de emergencia de un año que declararon tras la toma del poder.