Diez enseñanzas que nos deja la denuncia de Thelma Fardín
El velo que cubría el silencio se esfumó desde que Thelma Fardín denunció que hace 9 años fue abusada sexualmente por Juan Darthés. Por entonces ella tenía 16 años y él 45. Si bien sabemos que Thelma hay muchas, el crudo relato de la actriz fue una cachetada colectiva que hizo tambalear algo de la apacible comodidad machista. Desde aquel martes 11 de diciembre, cuando se conoció la denuncia, el miedo se cruzó de vereda.
Es que no solo fue Thelma Fardín la que habló, porque según informó Eva Giberti, que es la coordinadora del programa Las víctimas contra las violencias, a partir de conocerse la denuncia de la actriz las llamadas a la línea telefónica 137, crecieron el 1200%. La crudeza y los detalles del relato de Thelma, algunos lo interpretaron como innecesarios, pero con el correr de las horas, de los días, y tomando distancia de la espectacularidad es bueno tomar conciencia de que su relato sirve para saber que:
1. Que nunca es tarde para hablar. A Thelma Fardín le llevó 9 años contarlo, "lo tenía anulado para poder seguir", dice en el vídeo. "Cuando una víctima calla es por temor a que no se les crea", señala la socióloga y psicóloga social Inés Hercovich. Más aún cuando el abuso o la violación sucede en el ámbito privado o viene de parte de una persona que aparenta ser confiable.
2. Que No es No. Y aún parece difícil de entenderlo que el no consentimiento es irreversible. Que debe ser respetado. El NO de una mujer históricamente fue utilizado casi como objeto de estudio discursivo, cuando en realidad no resiste análisis. Sexo sin consentimiento es violación.
3. Que las mujeres ya no estamos solas. El impacto de la imagen de la colectiva de Actrices Argentinas se inscribió dentro de una gramática social que lleva a recapacitar sobre el significado del #YoTeCreo. Porque situaciones de acosos, abusos, hemos pasado la mayoría de las mujeres. Para la denuncia de Thelma contra Darthés, fue esencial los lazos de la colectiva, el lazo sororal y político.
4. Que en Argentina muchos embarazos de adolescentes menores de 15 años, y en particular antes de los 13, son producto de violencia sexual. Esta violencia es ejercida comúnmente por integrantes de la familia o del entorno cercano bajo distintas formas de coerción que abarcan desde la imposición forzada hasta las amenazas, abuso de poder y otras formas de presión (Fuente: Niñas y adolescentes menores de 15 años embarazadas-Ministerio de Salud de la Nación).
5. Que a nivel global, 7 de cada 10 niñas adolescentes de 15 a 19 años mencionaron haber sido objeto de violencia física o sexual. Estos datos se desprenden del estudio realizado por UNICEF denominado Ocultos a plena luz. El mencionado informe cuenta que l@s menosres abusados nunca se lo habían contado a nadie, tampoco habían pedido ayuda.
6. Que la culpa estuvo equivocadamente del lado víctima. La cultura formateó a las mujeres para soportar la mochila de la culpa. "Mira cómo me pones", cuentan que les decía Darthés a las chicas de las que habría abusado. Con esa frase las culpabilizaba, las hacia responsables. Ahora, seguramente, quedará claro que no hay motivos que provoquen una violación, que la vergüenza y la culpa tienen que estar en el agresor.
7. Que se puede romper el pacto machista, cuestionando privilegios y saliendo de la complicidad. Existe el guiño de connivencia en el que se han amparado muchos hombres para cobijar y replicar conductas machistas. Dicen que de Darthés se sabían "algunas cosas zarpadas". Después del crudo relato de la actriz fueron muchos los hombres que salieron a manifestar su apoyo a Thelma Fardín y otros pidieron perdón por no haber creído a las mujeres que denunciaron al actor anteriormente.
8. Que con esta ola de denuncias, NO se está instalando una cultura de odio hacia los hombres. Hay reacciones por parte de varones, que no han sido empáticos con el cimbronazo que se desató con la denuncia de Fardín. Ven en esta ola de denuncias "que los hombres están en peligro", que ya nada es "como antes" y por cualquier acercamiento (laboral, médico, familiar) pueden ser denunciados por mujeres. Nada más falso y tendencioso que esta apreciación, lo que buscamos las mujeres es una vida libre de violencias.
9. Que hay quienes no creen en la víctima. Muchos ven en la denuncia de Thelma Fardín y en la posterior ola de denuncias un fin utilitario y oportunista. Esto es desconocer que nadie anda buscando estigmatizarse como víctima de una violación. ¿Puede una mujer llevar tan lejos una mentira y exponerse a pericias médicas-psiquiátricas? ¿Soportaría ultrajantes situaciones a las que somete las investigaciones de la justicia? La OMS asegura que solo el 5% de las mujeres adultas denuncian que fueron violadas.
10. Que un acontecimiento a pesar de su impacto mediático no está eximido de un enfoque ético y bien contextualizado. La espectacularización de esta denuncia que hicieron (y siguen haciendo) algunos medios, nada aportan para vislumbrar la gravedad de una violación sexual. Es necesario la presencia de voces profesionales que puedan ayudar a vislumbrar la gravedad de las violencias.