Condenado a siete meses de prisión por pegar a un guardia civil frente a la casa de Pablo Iglesias
La juez ha dado “total credibilidad” a las declaraciones de los agentes y a las “grabaciones sumamente ilustrativas”.
Una juez de Madrid ha condenado a siete meses de cárcel por un delito de atentado a la autoridad a un hombre que participó en una concentración frente a la casa del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, y que golpeó en el pecho a un agente de la Guardia Civil cuando éste intentó que respetara el perímetro de seguridad.
El Juzgado de lo Penal Número 14 de Madrid le ha condenado como autor de un delito de atentado a la autoridad a siete meses de cárcel y a una inhabilitación para ejercer el derecho al sufragio pasivo durante el tiempo que dure la condena, aunque la decisión no es firme porque aún puede recurrirse en el plazo de cinco días ante la Audiencia provincial.
Se concentraron allí para celebrar fin de año
Los hechos se remontan al pasado 30 de diciembre cuando, según el relato de la sentencia, un grupo de personas se concentró frente a la residencia familiar de Iglesias y Montero en la localidad de Galapagar para celebrar el fin de año. Los agentes les advirtieron primero de que excedían el límite de seis personas que regía entonces para reuniones públicas y, cuando se quedaron en cinco, les avisaron de que iban a establecer un perímetro de seguridad en torno a la vivienda.
Los agentes “indicaron a las personas allí presentes que debían retroceder para respetar el dispositivo de seguridad, negándose el acusado a retirarse de forma voluntaria”. Entonces, uno de los guardias civiles le conminó a que se apartara, ante lo cual el hombre “se alteró y en todo despectivo profirió las siguientes expresiones dirigidas al agente: ‘delincuente’, impresentable’ y ‘no voy a cesar hasta que te quite el uniforme’”.
“Total credibilidad” de los agentes
El agente, de acuerdo con el fallo, le recriminó su actitud mientras le hacía retroceder. “En ese momento, el acusado le profirió varios golpes en el pecho, por lo que el agente procedió a reducirlo con la ayuda de sus compañeros, quienes tuvieron que utilizar la fuerza mínima imprescindible para proceder a su detención”, rezan los hechos probados.
La juez ha dado “total credibilidad” a las declaraciones de los agentes y a las “grabaciones sumamente ilustrativas” reproducidas durante el juicio, frente a lo que ha considerado una “lábil defensa” basada en el hecho de que ―según el hombre― habría recibido varios empujones previos del agente.
A este respecto, la juez ha confesado su sorpresa por unas imágenes en las que una testigo de la defensa pide “socorro” ante una supuesta agresión de los agentes “cuando éstos, con una paciencia digna de elogio, lo único que hicieron fue obligar a los mismos a respetar el perímetro de seguridad haciéndoles retroceder”.
″Ánimo e intención de lesionar”
Además, ha señalado que el acusado reconoció en el juicio haber golpeado al agente y haberle insultado, ratificando incluso que cree que este guardia civil es un “delincuente”, por lo que estima probado su ”ánimo e intención de lesionar y desprestigiar el principio de autoridad”. “Resulta evidente el menosprecio hacia quienes tienen encomendada una labor ya de por sí difícil, la salvaguardia y seguridad de los ciudadanos”, ha afirmado la juez.
Asimismo, ha querido recordar al hombre, que ha sido denunciado en otras ocasiones por “estas mismas faltas de respeto a los agentes”, que “es libre de denunciar cualquier conducta delictiva, pero lo que también debe conocer es que esta no es la forma de dirigirse a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, más cuando los mismos se hallan realizando su trabajo”.
De hecho, para dictar la condena, la juez ha valorado “el alcance y la entidad de los hechos, que no se produjeron lesiones en el agente de la autoridad y que el acusado, a pesar de no contar con antecedentes penales, tiene numerosas denuncias por faltas de respeto a los agentes”.