Lo que significa para España la visita de Biden
El líder norteamericano capitanea una nueva estrategia de defensa para un mundo que ha cambiado radicalmente.
Todo preparado en Torrejón. El Air Force One traerá este martes al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, hasta Madrid. La más alta visita en política internacional con el objetivo principal de participar en la cumbre de la OTAN -el miércoles y el jueves-, pero también con una agenda esencial para España durante su primer día.
Se trata de la primera visita oficial del mandatario estadounidense a Madrid, que ya ha tenido una avanzadilla con la agenda de su esposa, Jill Biden, durante este lunes junto a la reina Letizia. Y durante este martes tiene previstas el presidente tres citas que serán recordadas: una audiencia con el rey Felipe VI, una reunión con su homólogo español, Pedro Sánchez, en La Moncloa y la cena por la noche ofrecida por los monarcas en el Palacio Real para dar la bienvenida a los principales líderes mundiales que asistirán al cónclave de la OTAN. Desde la Casa Blanca se ha destacado que estos encuentros evidencian la “fuerte relación bilateral” entre los dos países.
Esta cumbre de la OTAN es las más trascendental en décadas -la primera que se celebra con un conflicto armado en activo en Europa sin precedentes desde la II Guerra Mundial-. Se va a reordenar la estrategia de defensa en un momento en el que Occidente está plenamente amenazado en sus valores por el ataque iniciado por Vladimir Putin en tierras ucranianas. Y contará con hitos tan importantes como la petición de entrada en la organización de dos países tan simbólicos como Suecia y Finlandia, dos naciones con excelentes relaciones con España y aliados en muchas causas dentro de la Unión Europea.
Pero España espera más cosas de esta cumbre y por las que Pedro Sánchez va a abogar ante el presidente de EEUU. Una muy importante es que se vuelque mucho más la organización en el flanco sur, con los crecientes problemas de inseguridad que vienen desde el Sahel. Y, además, desde la organización se trabaja en unos borradores, como ha desvelado El País, para que el concepto estratégico incluya la defensa de la “soberanía e integridad territorial” de los aliados, lo que esto supondría poner por primera vez bajo el paraguas de la OTAN a Ceuta y Melilla. Esto materializaría una gran victoria simbólica para España, en un momento además de tragedia en la frontera.
El pasado martes Joe Biden y Pedro Sánchez ya hablaron durante unos veinte minutos, según fuentes de La Moncloa. Fue a iniciativa del presidente estadounidense y desde Washington le trasladó su “agradecimiento” por el “esfuerzo” realizado por España para organizar este cónclave decisivo, “así como la actitud constructiva que está desplegando para que en la cita de Madrid se logren resultados concretos en defensa de los valores que representan nuestras sociedades democráticas”.
Biden también trae una petición de EEUU durante años: un mayor gasto de los socios europeos en Defensa. Por tanto, se espera que Sánchez tanto en su reunión bilateral como en la cita en Ifema repita su compromiso de aumentar en los próximos años el presupuesto en defensa hasta el 2% del PIB. En una entrevista publicada este lunes en La Vanguardia, el jefe del Ejecutivo español insistía: “La izquierda debe reflexionar sobre la subida del gasto militar”.
No habrá rueda de prensa de Sánchez y Biden con preguntas en La Moncloa porque el norteamericano ya habrá dado una en Alemania por la mañana con motivo de su participación en la reunión del G-7, pero sí se ha logrado que haya una declaración conjunta de los dos líderes ante los periodistas.
España se ha volcado al máximo nivel en esta cumbre, que estará vigilada por más de diez mil agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Madrid lleva meses preparándose, revisándose todas las rutas y subsuelos y estará blindada la “zona cero” alrededor del recinto ferial de Ifema. Por ejemplo, los periodistas sólo podrán acceder al evento a través de buses lanzadera supervisados por la organización. Asimismo, habrá cortes durante estos días en el tráfico de la ciudad, especialmente en las zonas de los hoteles en Castellana, Recoletos y Retiro, además de las entradas y salidas de la capital por la A-2, la M-40 y la M-11. Todo debe salir a la perfección por seguridad y por imagen internacional.
Mucha agenda, poco tiempo
Con las manos en la masa. La crisis de Ucrania se impone a la larga lista de asuntos bilaterales vivos y pendientes entre los dos países. En lo que a la Cumbre de la OTAN estrictamente se refiere, la conversación puede pivotar sobre dos aspectos: los compromisos de España en el este de Europa si se refuerza la presencia militar en la zona y el aumento del dinero destinado a Defensa.
En el primer caso, está por ver si se logra el salto espectacular que reclaman los países de la zona más preocupado por las amenazas rusas, como los bálticos o Polonia, o si se va a por un incremento notable pero menos arriesgado, pasando de grupos de combate (de mil a 1.600 efectivos) a brigadas (el doble). España ha sido elogiado por la OTAN precisamente por ponerse rápidamente a disposición de la Alianza para incrementar su presencia en la zona, iniciada la invasión rusa.
En el segundo caso, el del dinero, hablamos de una vieja petición de Estados Unidos. Ya en la era de Donald Trump se presionó para que la treintena de países miembros gastasen el 2% de su PIB en Defensa. Biden no ha dejado de pedir ese compromiso, en ese punto no ha rebajado la tensión, lo que pasa es que el escenario es muy distinto y hasta países reacios a hacerlo, como España, han dicho sí. El informe anual de la OTAN de 2021 sitúa a España en el penúltimo puesto, con el 1,03% del PIB. Sánchez quiere duplicar esa cifra en 2024, aunque Madrid siempre había defendido que arrimar el hombro no era sólo pagar, sino poner efectivos a las órdenes del cuartel general de Bruselas. En eso España siempre ha estado en cabeza: ha participado en 22 operaciones, con 125.000 efectivos.
A EEUU le interesa de España, también, por su ya sabida posición de portaaviones: es un apéndice de Europa, un protector del flanco mediterráneo y un puente a África. En este papel, siguen siendo esenciales las bases de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla), de gestión conjunta, donde se van renovando sin incidentes los convenios de colaboración. También sigue de fondo el debate de si el Mando de Estados Unidos para África (Africom) se va a trasladar a España. Ahora mismo sigue en Stuttgart (Alemania), aunque se han barajado distintos países para un traslado. España pelea por ser el elegido.
Ahora mismo, desde Andalucía ya se apoya a las unidades del Africom, así como a la 6ª Flota y a los mandos combatientes europeo (Eucom) y central (Centcom). Rota cuenta, además, con las únicas instalaciones de todo el continente europeo capaces de limpiar los materiales y equipos de los grupos anfibios desplegados en la región.
Biden y Sánchez deberán mirar al sur, a Marruecos, en su conversación. Es esencial. Estamos en un momento caliente. Madrid y Rabat han reconducido sus relaciones pero de forma muy polémica: cambiando por completo la política española respecto al Sáhara Occidental, generando polémica con el Frente Polisario y con Argelia y, el viernes pasado, con actuaciones policiales más que cuestionables en Nador. Una de las lecturas del cambio de actitud de España respecto a la autonomía del Sáhara es precisamente que EEUU ha presionado para que así ocurra. Trump ya reconoció la soberanía marroquí de la zona en diciembre de 2020 y su sucesor demócrata no ha dado marcha atrás. Es más, aliados potentes como Israel han dado también el paso, impensable si se tiene en cuenta la causa palestina de fondo.
Washington y Rabat vienen de celebrar las Africa Lion 2022, las mayores maniobras en el norte de África, que evidencian el buen momento por el que pasan las relaciones entre los dos países. Biden podría reforzar las retomadas relaciones de España y Marruecos e insistir en las líneas en las que podría ahondar la colaboración. Cuando el año pasado se produjo la entrada masiva de inmigrantes a Ceuta, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, respaldó el papel internacional de Marruecos y la “sólida asociación bilateral” entre los dos países.
Al margen de este enorme paquete defensivo y geoestratégico, Washington siempre tiene en mente a España por su influencia en América Latina, aunque quizá la brevedad del encuentro no dé para tratarlo todo. La región está en un momento de ebullición, con un ascenso de la izquierda desconocido desde hace dos décadas y con movimientos sociales que reivindican derechos, y persisten retos como Cuba o Venezuela que aún generan tensiones, como se ha visto en la reciente Cumbre de las Américas, celebrada en Los Ángeles.
Otro de los temas que puede estar sobre la mesa y que preocupa mucho a los dos es la ofensiva de la extrema derecha para quitar derechos, como ha pasado en EEUU con la sentencia del Tribunal Supremo que ha eliminado el derecho al aborto. Una preocupación para los dos líderes frente a la red internacional de grupos de ultraderecha que actúa de manera coordinada.