Así funcionan los ‘confinamientos selectivos’ que podría aplicar Madrid
La región planea restringir la movilidad en los barrios con más contagios. ¿Cómo se hace eso?
Lo que es seguro es que no hay nada seguro. Tras anunciar confinamientos selectivos en los barrios de Madrid con más incidencia del virus, Antonio Zapatero —viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid— reconoció que sólo se lo había comunicado por WhatsApp a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso.
La estupefacción entre los periodistas que acudieron a la rueda de prensa este miércoles era evidente, y lo fue más aún cuando, horas más tarde, el Ejecutivo de Díaz Ayuso cancelaba de improviso su habitual rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno.
En las horas siguientes sólo hubo, por parte del Gobierno regional, matizaciones y frases confusas para eludir la cuestión. Se espera que este viernes aclaren a los miles y miles de ciudadanos potencialmente afectados cómo cambiará su vida en los próximos días. Mientras tanto, sólo queda la incertidumbre y fijarse en qué han hecho otras comunidades para atajar la transmisión comunitaria descontrolada del coronavirus.
El caso más reciente es el de Baleares, concretamente en Palma y en Ibiza. Este miércoles, la consellera de Salud y Consumo, Patricia Gómez, dictó varias resoluciones que establecen medidas excepcionales y temporales en zonas de Palma, Sant Antoni e Ibiza, como L’Eixample y Es Viver, y que entrarán en vigor este viernes a las 22:00 horas y se extenderán, al menos, durante 15 días. Se calcula que sólo en Palma estas restricciones afectarán a 23.000 personas.
Las resoluciones restringen la libre entrada y salida de personas dentro de un perímetro delimitado a lo largo de varias calles y barrios, salvo para desplazamientos justificados por motivos laborales, sanitarios, educativos, de asistencia a personas mayores o dependientes, desplazamientos a entidades financieras o para renovaciones de permisos y documentación oficial, además de para realizar exámenes o pruebas oficiales.
Sí se permite la circulación por las carreteras y calles que transcurren o cruzan estos núcleos de población, siempre y cuando tengan su origen y destino fuera de estos núcleos.
También se permite la circulación de personas residentes dentro de los núcleos de población afectados, respetando las medidas de protección individual y colectiva, aunque se recomienda que la población permanezca en su domicilio y se desaconsejan los desplazamientos y la realización de actividades no imprescindibles.
Limitación de aforos y sanciones
Estas medidas van acompañadas de una limitación de aforos. Los restaurantes, bares y cafeterías limitarán su aforo al 50%, tanto en espacios interiores como exteriores, y la ocupación máxima será de cinco personas por mesa. No se permite el consumo en barra y la hora máxima de cierre se fijará en las 22:00 horas.
En las reuniones sociales tampoco podrán superarse las cinco personas si no son convivientes. Esta prohibición incluye bodas, servicios religiosos —salvo las ceremonias fúnebres y velatorios—, celebraciones y la práctica deportiva. Además, se suspende la actividad de los lugares de culto, salvo la celebración de funerales, que podrán realizarse con un máximo de 15 personas.
La resolución suspende la actividad de los gimnasios y centros deportivos de todo tipo, parques y jardines, y parques infantiles de uso público y locales de ocio infantil.
Por último, la resolución señala que los incumplimientos individualizados podrán constituir una infracción administrativa según lo establecido en el Decreto Ley 11/2020, de 10 de julio, por el que se establece un régimen sancionador específico para hacer frente a los incumplimientos de las disposiciones dictadas para paliar los efectos de la crisis de la COVID-19.
Además, el Servicio de Salud de las Islas Baleares está comprobando “puerta a puerta” con visitas domiciliarias que se cumplen las medidas de aislamiento en las zonas con mayor densidad, también para detectar las necesidades que los ciudadanos puedan tener para garantizar el cumplimiento de las cuarentenas.
Otro ejemplo reciente se encuentra en el municipio de Alfaro, en La Rioja. La semana pasada, se restringió la movilidad de sus 9.400 habitantes para frenar la transmisión del coronavirus. Se prohibió la entrada y salida de personas del municipio salvo para desplazamientos justificados, como causas laborales, cuidado de personas vulnerables, asistencia a centros sanitarios o de enseñanza obligatoria u otros motivos de fuerza mayor, además del retorno al lugar de residencia habitual.
De nuevo, la medida, que se levantó este martes, fue acompañada de una limitación de aforos y de una “recomendación” a la ciudadanía para que redujera sus contactos sociales.
En Aragón se vivió probablemente el confinamiento más prematuro tras el fin del estado de alarma. Ante el aumento de contagios, principalmente en zonas muy localizadas, el Gobierno regional decidió devolver a varias de sus comarcas a la fase 2 de la desescalada.
Las comarcas afectadas fueron La Litera, Bajo Cinca, Cinca Medio y Bajo Aragón-Caspe, cuyos residentes no pudieron salir durante semanas del área confinada, salvo por motivos justificados. No obstante, algunas de las medidas no eran más que “recomendaciones”, ya que el Gobierno de Aragón adujo carecer de competencias para limitar la movilidad.
Es llamativo el caso de Bolaños de Calatrava (Ciudad Real), donde después de dos semanas de confinamiento las cifras de contagios han empeorado, y las autoridades han decidido extender 15 días más las restricciones. Sólo en la última semana se han detectado 372 casos, en una población de 11.800 habitantes.
El confinamiento limita la entrada y salida de personas al municipio, a excepción de desplazamientos laborales o que se consideren urgentes. Se han cerrado los colegios y todos los bares y restaurantes de la localidad, así como hogares de jubilados y centros culturales.
Todas las celebraciones religiosas limitarán su aforo al 25% de su capacidad habitual y se ha restringido el número de personas en velatorios (máximo 10) y en eventos sociales como bodas y bautizos (máximo 25).
En la Comunidad de Madrid, por lo pronto, no hay ninguna decisión “cerrada”, tal y como aseguran desde el Gobierno regional, que también argumenta que no está en su mano confinar a la población (a no ser que solicite un estado de alarma).
Tampoco los médicos tienen muy claro si la opción de los confinamientos selectivos es una solución factible, sobre todo por la dificultad de limitar la movilidad de los residentes (sólo en el distrito de Puente de Vallecas viven 235.000 personas), y porque dudan de su efectividad, teniendo en cuenta que se permitiría continuar con la actividad laboral.
En lo que todos coinciden, incluido el ministro de Sanidad, es en que Madrid debe hacer algo. La región acumula desde hace días un tercio del total de contagios del país, y ya se plantea reabrir el hospital de Ifema ante la sobrecarga de los hospitales y centros de salud.