Abouyaaqoub silbó para pedir ayuda en una casa, según el vecino que llamó al 112

Escondido en unos pastizales y silbando en búsqueda de ayuda. Así fue sorprendido el lunes Younes Abouyaaqoub, identificado como el autor material del atentado terrorista ocurrido el jueves en Barcelona y que luego murió -tras cuatro días de búsqueda- abatido por los Mossos en medio de un intenso operativo de búsqueda. La voz de alerta la dio un ciudadano llamado la hizo Agustín A., un vecino de la localidad de Subirats (Barcelona) que llamó al teléfono de emergencias 112 para alertar de la presencia de un sujeto sospechoso.

De acuerdo a su relato, avanzado por medios como El País, Abouyaaqoub intentó llegar a una vivienda donde hasta hace un año vivía una familia marroquí formada por un hombre, su mujer, y una niña de apenas tres años. "Desaparecieron sin más. No sé nada porque, especialmente el hombre, nunca hablaba con nadie", contó el testigo.

En esa casa ahora vive un señor argentino, que escuchó cómo una persona silbaba desde la parte trasera. Es por eso que se asomó por la ventana y vio el rostro del terrorista, ampliamente difundido por las autoridades catalanas. Lo identificó sin duda. El joven, al ver que no salía la persona esperada, "se marchó en otra dirección". Tras ello, el argentino acudió a casa de Agustín A., quien hizo el llamado a la policía.

"Escuchó que silbaba como para llamar la atención, para pedir ayuda. Y se topó de cara con él. Cuando vino a explicármelo, estaba muerto de miedo. Y decidí llamar a la policía", explicó. "Yo no vi nada, pero llamé y les expliqué con detalle lo que mi vecino había visto. Era un chico con pantalón oscuro, camisa azul marino y unas zapatillas negras con suela blanca", afirmó, agregando que el joven "parecía que iba medio drogado o medio borracho".

DOBLE AVISO

La llamada de Agustín se sumó a la hecha por la de una mujer, experta en fisonomía, que dijo haber visto a Abouyaaqoub, además, de la alerta emitida por tres mandos policiales que también creyeron ver al sospechoso en Subirats.

Con estas pistas, los Mossos d'Esquadra activaron un dispositivo de búsqueda, encontrando al joven atacante agachado en una zona de viñedos. Al ser sorprendido, éste se dirigió a los agentes gritando "¡Dios es grande!" y portando un cinturón con explosivos, que resultó ser falso, como en el ataque de sus compañeros en Cambrils. Ante esto, los policías abrieron fuego, acabando con la vida de Abouyaaqoub.

Ahora, los Mossos investigan a la familia marroquí que anteriormente vivía en la zona y a la que presuntamente acudió Abouyaaqoub en busca de ayuda, para establecer si había una red de colaboradores de la célula yihadista que participó en los atentados que dejan ya 15 muertos y 120 heridos.