De Biescas en 1996 a Alfafar en 2024: Fernando Escartín, testigo directo de ambas catástrofes
El exciclista, natural de Biescas, estuvo en su pueblo cuando la crecida que asoló el camping de Las Cruces y ahora vive en la localidad valenciana.
El 7 de agosto de 1996 la provincia de Huesca fue noticia a nivel nacional tras vivir una tragedia. El camping Las Nieves, ubicado a escasos dos kilómetros del municipio pirinaico de Biescas, se vio arrasado por una salvaje crecida en el barranco de Arás que dejó 87 muertos y 187 heridos.
Ahora, más de 28 años después, España ha vuelto a sufrir un episodio de tormentas provocadas por una DANA que ha dejado el corazón de todo el país congelado. De momento, la histórica crecida del 29 de octubre ocurrida en la Comunidad Valenciana ya ha dejado 219 muertos, decenas de desaparecidos y una zona de gran superficie completamente devastada.
Una de las pocas personas, o quizás la única, que ha estado presente en ambas catástrofes naturales es el exciclista altoaragonés Fernando Escartín. El que fuera ganador de una etapa en el Tour de Francia en 1999, en el que acabó tercero de la clasificación general, se encontraba en Biescas, su pueblo, en el momento de la crecida en el Pirineo y ahora vive junto a su familia en Alfafar, una de las zonas más afectadas de esta DANA.
Escartín, que ejerce desde 2013 como director técnico de La Vuelta a España, no se encontraba en Alfafar el martes de la crecida. Sin embargo, su familia sí que estaba en el pueblo, aunque el exciclista cuenta que por suerte a ellos no les afectó en exceso al estar en una zona que no fue tan afectada.
Lo peor, describe, fue la angustia de no tener posibilidad de comunicarse con ellos y tampoco de volver al pueblo, ya que no pudo llegar hasta el jueves: "Esas horas, desde que mi mujer me mandó un WhatsApp el martes por la tarde hasta que llegué el jueves sí se hicieron largas. Sabía que estaban bien, pero como se había perdido toda la comunicación y el internet no pude hablar con ellos hasta ese día".
Cuando puso un pie en Alfafar fue consciente de la magnitud de la catástrofe. "Había visto en la televisión las imágenes y eran durísimas, pero es que no tiene nada que ver con la realidad. Lo ves en directo y se te cae el mundo encima al ver a toda la gente que ha perdido todo. El municipio está destrozado y es muy duro verlo", se emociona el exdeportista, que destaca la virulencia y rapidez con la que llegó el agua. "Les llegaba a la altura de las rodillas y en nada al pecho", concreta.
10 días después de la catástrofe, Escartín afirma que sigue habiendo mucho barro en las calles, así como muebles y enseres que han tirado los vecinos tras quedar completamente destrozados. "Con la ayuda, los voluntarios y el trabajo de todos se ha avanzado, pero queda un gran trabajo para volver a la vida de antes", indica el dos veces podio de la Vuelta a España.
Él estuvo el fin de semana ayudando a la familia de su mujer y comenta que, cuando termina de trabajar, ayuda en todo lo que puede.
"Aquello fueron 500 metros, esto un área gigante"
Preguntado por cuál es la principal diferencia entre la crecida del camping de Las Cruces y de la actual DANA, Escartín tiene claro que es la superficie afectada, ya que en el suceso de Aragón hubo víctimas humanas, pero se concentró todo en el campamento.
"En la tragedia de Biescas es verdad que hubo muchos fallecidos, pero sucedió todo en los 500 metros de camping, pero es que esto es un área gigante. Ha afectado a mucho pueblos, a mucha gente y está el fango que todavía ha hecho todo mucho más complicado, aquel suceso fue más sencillo", compara.
De hecho, añade que al pueblo de Biescas no llegó el agua: "Se quedó en el camping, donde hubo muchas pérdidas humanas y no tantas materiales. Lo destrozó igual que ahora, pero nada más, por eso tampoco se pudo hacer mucho los días posteriores, porque no había viviendas que limpiar ni nada parecido".
Escartín, que destaca que se enteró de la crecida de Biescas horas después de que ocurriera, señala que él y todo el pueblo se quedó "en shock por ser noticia por una desgracia" y recuerda que lo peor fue al día siguiente, cuando llegaron los familiares de los afectados. "Los estuvimos consolando y ayudándoles en todo", dice.
De cara al futuro y para evitar que se repitan tragedias como estas, finaliza pidiendo a las instituciones medidas: "Hay que ser conscientes que estamos viviendo unas DANAS que no hemos vivido antes y se deberían tomar medidas para tratar de mitigar su impacto".
"A posteriori es muy fácil opinar porque cuando te llega una riada de estas con tanta agua en tan poco tiempo es muy complicado, pero hay que hacer alguna canalización de los cauces, como la del Turia, que los ríos estén limpios, etc para que no vuelva a pasar lo mismo", concluye Escartín.