Un pacto dentro del pacto
Si hay una cuestión que requiera una solución inmediata, eficaz y contundente, es la violencia de género: más de 60 asesinatos de mujeres cada año; 8 asesinatos de menores en 2015; 8 asesinatos de mujeres desde que comenzó el 2016... Son cifras aterradoras. Pero lo peor es que no lo son.
En los ya famosos 53 folios de la propuesta del PSOE para un gobierno progresista y reformista, están recogidas sin duda las cuestiones más importantes a las que hay que dar solución de manera prioritaria. Algunas, de manera urgente. Son demasiados los desgarrones sociales, las heridas de precariedad y desigualdad que ha provocado la legislatura del Partido Popular.
Pero si hay alguna cuestión que requiera una solución inmediata, eficaz y contundente, es la violencia de género. Sólo si nos fijamos en los números, la situación es insostenible. Son las cifras de la vergüenza: 60 asesinatos de mujeres, como mínimo, cada año; 8 asesinatos de menores en 2015 -el doble que el año anterior-; 53 huérfanos; 8 asesinatos de mujeres en menos de mes y medio desde que comenzó el 2016...
Son cifras aterradoras. Pero lo peor es que no son cifras. Detrás de cada número hay nombres y apellidos y hay vidas que ya no están, vidas sesgadas después de mucho sufrimiento.
No hay sumario que pueda aguantar las circunstancias vitales de todas las mujeres que están sufriendo violencia de género en este país, cada uno de los insultos, de los desprecios, de las palizas, de las violaciones; no hay parte médico que pueda recoger cada miedo, cada ataque de pánico, cada hueso roto, cada voluntad quebrada, cada anemia de cariño, cada soledad heladora, cada moratón en el cuerpo o en el alma, cada adicción sobrevenida, cada anorexia o bulimia o todo el listado de enfermedades mentales; aún menos, los detalles de sus asesinatos, ni los últimos pensamientos antes de los suicidios. No hay sociedad que pueda aguantar tanta ignominia, y lo que es peor, tanta complicidad con una violencia tan infame como quienes la perpetran.
Para encarar la violencia de género, hay que ser valientes. El PSOE es un partido valiente. Por esa razón, no vamos a mirar hacia otro lado. Entre los 53 folios de la propuesta de gobierno socialista, están las líneas fundamentales de un Pacto Político, Social e Institucional contra la Violencia de Género. Las líneas de mínimos sobre las que construir una sociedad mucho más decente, una sociedad mucho más justa y una sociedad mucho más digna, porque una sociedad decente exige avanzar hacia una sociedad segura y libre de violencia de género que garantice una respuesta efectiva a las mujeres que sufren violencia, así como a sus hijos e hijas.
La violencia que sufren las mujeres es una violencia compleja, difícil de detectar, complicada de entender, profundamente arraigada en nuestra sociedad pero, sobre todo, se trata de una violencia que tenemos la obligación de erradicar.
Ante esta violencia, no podemos ni queremos permanecer impasibles. Ante esta realidad insoportable, no se puede mirar hacia otro lado. No queremos mirar hacia otro lado.