Lost in transition
¿Sabe Egipto adónde quiere ir? ¿Sabe el mundo adónde quiere que vaya Egipto? En los últimos días los dos grandes centros de poder, los Hermanos Musulmanes y el Ejército, parecían aplicar la doctrina de la Guerra Fría de la contención mutua.
La misma plaza, una multitud similar agitando banderas y pancartas, coreando cantos y eslóganes políticos... podría parecer una repetición de los días de la revolución y sin embargo existen profundas diferencias entre los protagonistas de estos dos actos: los revolucionarios de antaño han sido reemplazados por seguidores de los Hermanos Musulmanes que reclaman la victoria de Mohamed Morsi. Se dice que El Cairo nunca duerme. Hoy será verdad.
Lo que no ha cambiado es el ir y venir de rumores y noticias, la excitacion de quienes se sienten en el centro del mundo. "Se confirma nuestra ventaja por casi un millon de votos, hoy Morsi ha mostrado las actas", "Shafiq no va a aceptar facilmente"... A última hora se ha extendido con mucha fuerza la noticia de que Mubarak se encontraba al borde de la muerte. Tahrir parece el lugar donde cada dia todo ocurre, pero al dia siguiente todo puede ocurrir. Cada rumor es una ráfaga que va de boca en boca y tiene la fuerza de una idea que puede cambiar la historia.
En la primera elección democrática de un jefe de Estado árabe, ambos candidatos se dicen ganadores. Probablemente, tras el anuncio oficial de los resultados, habrá reclamaciones y un proceso largo.
¿Sabe Egipto adónde quiere ir? ¿Sabe el mundo adónde quiere que vaya Egipto?
En los últimos días los dos grandes centros de poder de este país, los Hermanos Musulmanes y el Ejército, parecían aplicar la vieja doctrina de la Guerra Fría de la contención mutua. Pero no se trata de limitar el poder del otro, sino de establecer puentes y construir un clima de concertación y confianza.
Tan importante como saber quién va a ser el ganador, es que este tenga en cuenta que casi la mitad de los votantes habrán optado por su rival, y que la diferencia entre ambos no será muy grande. Por tanto, será su capacidad de integración y su habilidad para convencer a la sociedad de que gobierna para todos lo que defina el éxito en esta etapa de la transición egipcia.
Para Europa, ensimismada en su profunda crisis, es también un proceso crucial. Lo que aquí ocurre repercutirá, para bien o para mal, en nuestro futuro mas inmediato. Lo primero que debemos hacer es tratar de comprender y conocer mejor qué está ocurriéndo, y no seguir este cambio con aprensión. Cualquiera que sea el resultado, no pueden ganar los extremismos. Hay más contacto de lo que se piensa entre ambos bloques, que cuentan con muchos moderados. Nuestra propia experiencia es que han estado trabajando y buscando acuerdos frente a los grandes desafíos económicos del país. En ocasiones hemos sido nosotros los mensajeros. Tampoco los protagonistas son radicales, como se les describe a veces. Morsi es un ingeniero formado en California.
Lo que el mundo espera de Egipto es que sepa seguir avanzando en la transición y que cuente con la comunidad internacional. La anulación por parte de la Corte Suprema Constitucional de un tercio de las candidaturas al Parlamento, por haber sido utilizadas por los partidos cuando debían atribuirse a candidaturas personales, resulta incomprensible en buena lógica democrática, al implicar la disolución del Parlamento -por sólidos que puedan ser los argumentos legales.
También resulta ininteligible la decisión de atribuir al Consejo Superior de las Fuerzas Armadas el poder legislativo en los tres meses que debe durar la elaboración de la Constitución con objeto de mantener la separación de poderes. Esa garantía solo debe proceder de los ciudadanos, que al dividirse casi en dos mitades en esta votación están reclamando equilibrio entre las fuerzas políticas legitimas.
La elección de un nuevo presidente debe ser la oportunidad para abordar las cuestiones institucionales y la construcción democrática a través del consenso y el diálogo. De otro modo, el camino se hará muy difícil.
La UE está dispuesta a ser el principal aliado de Egipto en esta etapa. Esa es, en buena medida, la esencia de nuestro trabajo. Nos necesitamos para construir democracias inclusivas y estables, para que se desarrollen las inversiones y se cree empleo. A eso dedicamos estos días todos nuestros esfuerzos.
Mirando alrededor, a quienes se manifiestan en Tahrir, a los liberales y revolucionarios que también están en las calles, y a quienes apoyan a Shafiq, tenemos la impresion de que los ciudadanos de este país no se detendrán hasta conquistar esa dignidad por la que luchan. A pesar de las dificultades, la democracia -una democracia en que quepan todos- se sigue abriendo paso en el país al que todos miran.
Fotografía: Plaza Tahrir, El Cairo. BERNARDINO LEÓN.