¿Buscaba la "redención religiosa" el atacante de la comisaría?
No se descarta aún que se trate de un atentado yihadista y por eso el caso sigue en manos de la Audiencia Nacional.
La Policía catalana investiga si el hombre que fuee abatido este lunes al asaltar una comisaría de Cornellá, en la periferia de Barcelona, atacó a los agentes en un intento de "redención religiosa", ya que no hay constancia de que perteneciera a ninguna organización terrorista islámica.
Fuentes fiscales citadas por la agencia EFE aprecian una motivación religiosa en la actuación de Abdelouahab T., un ciudadano argelino de 26 años, cuya intención pudo ser, según las primeras investigaciones, suicidarse o morir matando, movido por la vergüenza que le suponía ser homosexual en el colectivo musulmán.
Según las fuentes, antes de presentarse en la comisaría, el asaltante envió un mensaje telefónico a su exmujer, con la que convivía en la localidad de Cornellá, en el que le revelaba que se iba a ir, "Insha'Allah (si Dios quiere), al gran sitio que está arriba".
Las primeras hipótesis de la Fiscalía apuntan a que, debido a la vergüenza que sentía al ser homosexual, Abdelouahab T. se refugió en la religión y comenzó a ser más extremo en la práctica del islam, de forma que con el ataque pudo intentar redimirse desde un punto de vista religioso y morir así "con buena fama". Según la declaración de su exmujer, ella empezó a distanciarse cuando conoció su orientación sexual, y finalmente se separaron días antes del ataque a la comisaría.
La mujer advirtió en su declaración de que quizá el asalto a la comisaría pretendía camuflar su suicidio, a sabiendas de que podría ser abatido por los agentes si los amenazaba con un cuchillo con proclamas sobre "Alá".
Actuación proporcional
El director de los Mossos, Andreu Joan Martínez, aseguró hoy que la actuación de la agente que abatió al argelino fue "correcta, proporcional, adecuada y congruente" a la situación de "extrema gravedad". En declaraciones a los periodistas, Martínez defendió la forma de proceder de la agente después de que la familia del fallecido anunciara que estudia denunciar a ese cuerpo de policía por conducta negligente.
"No tenemos ninguna duda de que la agente actuó como tocaba, protegiendo los bienes y la seguridad de las personas. No tenemos ninguna duda de que fue así. Daremos todas las explicaciones que sean necesarias y nos ponemos a disposición de la familia para que tengan toda la información", indicó.
Además, resaltó que la agente siguió todas las pautas ordinarias de intervención, dio las alertas preventivas necesarias y, "desgraciadamente", al final tuvo que disparar ante el ataque homicida.
"No es del agrado de nadie tener que abatir a esta persona. A nadie le gusta", reiteró Martínez, e insistió en que el asaltante irrumpió en la comisaría "con clara voluntad e intención homicida", armado con un cuchillo e invocando a Alá, ante lo que se activó el protocolo: adoptar las prevenciones necesarias, advertir para que depusiera su actitud y al final "desgraciadamente" abatir.
Según las grabaciones de la comisaría, los investigadores ven una clara intención en el atacante de clavar el cuchillo que portaba a la agente que acabó abatiéndole, ya que se lanzó hacia ella y, tras un intento fallido, la persiguió por las dependencias policiales. Sucedió muy deprisa: pasaron apenas 15 segundos desde que el hombre gritó "¡Alá!" y dirigió un cuchillo de unos 20 centímetros hacia una agente de los Mossos hasta que la mujer, perseguida y desde un estrecho pasillo de la comisaría, le disparó cuatro tiros, de los que impactaron tres. "Tuve la percepción de que me iba a matar y de que era un ataque terrorista", ha dicho en su declaración, a la que ha tenido acceso El País.
Con todo, no se descarta por el momento la intención terrorista del abatido, del que no había constancia de que se intentase suicidar en otra ocasión, por lo que la Audiencia Nacional seguirá investigando los hechos.
Hasta ahora no tampoco hay constancia de que perteneciese al grupo terrorista Estado Islámico (EI), ni se han encontrado en su casa material relacionado con la organización terrorista, si bien los agentes sí que hallaron el texto de la última oración que realizó antes del ataque.
Todavía queda por examinar los soportes informáticos intervenidos y practicar más diligencias que permitan dilucidar si el asaltante sufrió un cambio relevante que le llevase a actuar de esa forma y sobre todo si intervinieron terceras personas en el mismo.
La burla de Salvini
Este episodio turbio ha servido incluso para la burla del ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, conocido por sus manifestaciones anti-inmigrantes y xenófobas, especialmente cargantes contra los negros y el islam.
Salvini ha descrito sarcásticamente como "otro bueno ejemplo de integración" el ataque del lunes, que acabó con la muerte del argelino por los disparos de una mossa.
El ministro xenófobo, que a menudo ha explotado la nacionalidad de los implicados en acto criminales para fomentar la retorica racista, ha utilizado sus redes sociales para publicar un articulo de Ansa, la agencia italiana de noticias, que refería la agresión en Cornellà, acompañándolo con la sugerencia de que el incidente dependiera de la "ola de inmigración" hacia Europa que su Gobierno está intentando frenar desde que tomó el cargo.