El Departamento de Estado evacúa a varios estadounidenses por un posible ataque sónico en China
Padecen síntomas parecidos a los experimentados por diplomáticos estadounidenses en Cuba.
El Gobierno de Estados Unidos ha admitido este jueves haber evacuado a "varias personas" vinculadas con su personal diplomático en Guangzhou (China) por síntomas parecidos a los experimentados por 24 diplomáticos estadounidenses en Cuba.
La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, ha explicado que el Gobierno ha enviado a un equipo médico a la ciudad china para examinar a funcionarios y sus familias después de que un primer diplomático experimentase síntomas "coincidentes" con los de Cuba.
Este funcionario ha sufrido problemas de salud desde finales de 2017 hasta abril de 2018, un hecho que el Gobierno había admitido en mayo. "Como resultado del proceso de exámenes médicos hasta el momento, el Departamento ha enviado a Estados Unidos a varias personas para una evaluación más profunda y una valoración integral de sus síntomas y hallazgos", ha explicado Nauert.
Los exámenes médicos "siguen en curso para cualquier persona que haya notado síntomas".
Nauert también ha explicado que profesionales médicos siguen estudiando la causa de los síntomas y si sus hallazgos son consistentes con los logrados en Cuba.
El caso de Cuba
The New York Times ha informado de que un estadounidense que trabaja en el consulado de Guangzhou fue evacuado hoy con su esposa y sus dos hijos. Según el Times, el funcionario evacuado, Mark A. Lenzi, vivía en la misma torre de apartamentos que el diplomático afectado anteriormente.
En Cuba, 24 estadounidenses experimentaron entre noviembre de 2016 y agosto de 2017 unos supuestos ataques que han erosionado las delicadas relaciones entre los dos países.
El Gobierno de Estados Unidos aún no sabe "quién o qué" está detrás de los ataques a su personal, pero acusa a Cuba de saberlo y no decírselo. Aunque Cuba lo niega, Estados Unidos dejó su embajada en La Habana en mínimos el pasado septiembre por esta crisis, y expulsó de Washington a 17 funcionarios de la legación cubana.
Las autoridades estadounidenses atribuyeron en un principio estos problemas a un ataque "sónico", pero el Departamento de Estado admitió después que no tenía certeza de que se tratara de agresiones acústicas.