Una veintena de países expulsan a más de cien diplomáticos rusos por el envenenamiento de un exespía en Reino Unido
Las naciones occidentales se solidarizan con Londres, mientras Moscú replica que responderá con la misma moneda.
Un espía doble. Un intento de asesinato con gas nervioso. Sospechas, denuncias, declaraciones. Y represalias. La cadena de acontecimientos derivada del envenenamiento del exagente ruso Serguei Skripal, agredido junto a su hija el pasado 4 de marzo en Salisbury (Reino Unido), ha desembocado en la mayor crisis diplomática conocida en Occidente en las tres últimas décadas.
Londres acusa a Moscú de haber atentado contra Skripal -colaborador de sus servicios secretos, el MI6-, violando su soberanía. Dice que nadie más que los rusos ha fabricado el agente nervioso usado en la agresión, el Novichok. Desde el Kremlin piden evidencias o una disculpa inmediata. Pero mientras eso llega, lo que se ha producido es una cascada de expulsiones de diplomáticos rusos por parte de aliados de Reino Unido.
Estas son las claves de la escalada de tensión de las últimas horas:
Los expulsados
Son al menos 112 los diplomáticos rusos serán expulsados por los gobiernos de 21 países occidentales en respuesta al envenenamiento de Skripal y su hija Yulia. El primer paso lo dio, obviamente, la primera ministra británica, Theresa May, quien la semana pasada -tras un ultimátum de tres días a Rusia, en busca de una respuesta a lo ocurrido- decidió expulsar a 23 diplomáticos rusos como medida de desagrado y presión.
De forma inmediata, May logró arrancar un comunicado conjunto con los líderes de Estados Unidos, Alemania y Francia para exigir respuestas a Moscú. Todos compartían que o Rusia atacó directamente a este exespía -condenado por hacer de agente doble y liberaqdo en 2010-, o el gobierno de Vladimir Putin perdió el control de la sustancia química empleada, que habría acabado en "manos inadecuadas".
Ahora, haciendo frente común con Londres, se han sumado a estas expulsiones Estados Unidos, que ha anunciado la retirada del país de 60 funcionarios del legaciones rusas, y un grupo de 16 países de la Unión Europea, que han acordado la salida de otros 33 representantes de Rusia. Encabezados por Francia, Polonia y Alemania, con la expulsión de cuatro diplomáticos cada uno, a la lista europea se sumaron la República Checa (3), Lituania (3), Dinamarca (2), Italia (2), Holanda (2), España (2) Finlandia (1), Hungría (1) Rumanía (1), Letonia (1), Estonia (1), Croacia (1) y Suecia (1). Portugal no ha anunciado expulsiones por el momento, al igual que Bélgica, cuyo gobierno tratará el asunto hoy mismo, mientras que Austria ha apelado a su condición de país "neutral" para no efectuar expulsiones.
A esta medida se han sumado también Canadá, que acordó la expulsión de cuatro diplomáticos; Ucrania, que anunció la salida de 13, y Australia, que expulsará a dos más.
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Las razones
La UE ha dado su respaldo al Gobierno británico desde el primer momento, alentada por mandatarios como el francés Emmanuel Macron y la alemana Angela Merkel (la más prudente y reservada en las primeras horas de la crisis). El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha señalado que es "altamente probable" que Rusia sea responsable del intento de asesinato y que "no hay otra explicación plausible" para el mismo. Las mismas palabras, exactas, usadas por May en la Cámara de los Comunes.
La portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Heather Nauert, por su parte, emitió un comunicado, en el que dijo que las 60 expulsiones y el cierre del consulado ruso en Seattle (Washington) -que también se decidió-, buscan mostrar la "inquebrantable solidaridad con el Reino Unido" e "imponer consecuencias a Rusia por sus constantes violaciones de las normas internacionales".
Los funcionarios, a los que Washington acusa de ser "oficiales de inteligencia" amparados por la inmunidad diplomática, deberán abandonar el país en el plazo de una semana. En cuanto al consulado en Seattle, deberá ser clausurado antes del 2 de abril.
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Lo que dice Moscú
Desde Moscú se niegan tajantemente las acusaciones y se conmina a May a mostrar las evidencias que tiene de que el atentado es obra suya. La portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajárova, ha recordado que no se han aportado pruebas, a lo que obliga la Convención de Armas Químicas avalada por Londres y por Moscú. Si hay un problema entre dos países firmantes, deben informarse y entregarse muestras de la sustancia empleada, insisten los rusos.
Zajárova ha confirmado que, en vista de las expulsiones y sin más "datos" de Reino Unido, habrá respuestas para cada país por las expulsiones de su personal, que se concretarán en las próximas horas. De hecho, cuando May echó a los primeros 23 funcionarios, Putin hizo lo propio poco después. Días antes, ese toma y daca se había repetido con las llamadas a consultas cruzadas de sus embajadores.
La portavoz ha recordado, además, que el Reino Unido ha pedido solidaridad a la UE, pero "todos han olvidado que el Reino Unido se va de la Unión Europea", en alusión al Brexit, por lo que, con su posicionamiento "coloca una mina en las acciones a largo plazo de todos aquellos países que empiezan a adoptar políticas antirrusas".
Washington, ¿duro o blando?
A pesar de que el pasado día 15 de marzo, el Departamento del Tesoro de EEUU sancionó a cinco entidades y 19 personas rusas por su intento de injerencia en las elecciones presidenciales de 2016 a través de ataques cibernéticos, numerosas voces críticas habían pedido al presidente Donald Trump más mano dura con su homólogo ruso, Vladimir Putin.
No obstante, estas sanciones han sido el castigo más severo adoptado hasta ahora por el Gobierno del republicano en relación a Rusia, a pesar de que las agencias de inteligencia estadounidense ha asegurado reiteradamente que el Kremlin interfirió en las pasadas elecciones estadounidenses (Trump se impuso en 2016 a la demócrata Hillary Clinton).
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China pide aclaraciones
Quien con más claridad se ha posicionado al lado de Moscú ha sido el Gobierno de China, su aliado. Desde Pekín se ha pedido "tranquilidad" y "abandonar la mentalidad de la Guerra Fría". Ellos no se van a sumar a los despidos de diplomáticos, confirman sus autoridades.
"Los países implicados deberían obedecer la ley internacional y las normas básicas de las relaciones diplomáticas, con el fin de evitar una mayor escalada de las confrontaciones", ha señalado hoy la portavoz china de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, en una rueda de prensa. China "se opone firmemente a cualquier uso de armas químicas", ha dicho, pero todavía piensa "que el caso debe ser adecuadamente tratado por Reino Unido y Rusia, aclarando todos los hechos".
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