La imposible digestión del 1-O
Los sentimientos se agolpan en Barcelona un día después de la consulta a la espera de más trepidantes y duras jornadas
Y el 1-O pasó. Barcelona despertó somnolienta este 2 de octubre. ¿Y el día después? Una jornada de un compleja intensidad, inmersa en esa resaca de extrañeza. El domingo ha marcado como un tatuaje la capital de Cataluña. Ahora empieza también lo difícil, un camino trémulo. No hay tiempo ni para digerir lo que está sucediendo.
Los sentimientos se agolpan. Vuelven las estrategias. Pero lo que parece claro entre todos los ciudadanos es que hay un antes y un después, y que los partidarios de la independencia no ven vuelta atrás. Las cargas policiales se han adentrado en el interior de la sociedad de la ciudad. ¿Qué será lo siguiente? Dudas y la sensación entre muchos de que pueden pasar muchas cosas al minuto siguiente, al segundo siguiente.
Los calendarios se entrecruzan, se solapan, se sobreponen, se borran. Por el momento, el presidente, Carles Puigdemont, sigue con la intención de llevar al Parlament los resultados de la consultas y hacer efectiva la ley del referéndum. Esto pasaría por una proclamación unilateral de la independencia. Lo que sí ha hecho el president es lanzar la pelota al tejado ahora de la Cámara autonómica y pedir la intermediación internacional (esta es su absoluta obsesión, conseguir a la comunidad internacional).
El miércoles se anunciará, por parte de Junts pel Sí y la CUP, la fecha en la que el Pleno debatirá sobre las consecuencias del 1-O. Este se podría celebrar a finales de la semana, incluso durante el fin de semana. Mientras, en Madrid se mueve la ficha lentamente de una comparecencia de Mariano Rajoy el próximo 10 de octubre y el presidente ha recibido a Pedro Sánchez y Albert Rivera en La Moncloa. Todos los escenarios posibles. "Todo va a ir más o menos rápido", dicen fuentes del PDeCAT. Uno de los escenarios más barajados en estos momentos es la cadena de una declaración unilateral de independencia y la respuesta del Estado a través de la activación del artículo 155 de la Constitución. Un episodio inédito.
DEL 1-O AL 3-O
Pero antes Cataluña, y con Barcelona como centro neurálgico, se tienen que enfrentar a una huelga este martes. Los ciudadanos se llaman con mensajes de whatsapp para condenar la "violencia del Estado". A las once de la mañana quieren llenar los colegios electorales que fueron "asaltados" con flores. A las seis habrá concentraciones en las puertas de los ayuntamientos y en Barcelona será en la plaza Universitat. "Mañana a parar todo", decían unos amigos por Via Laietana este lunes. No todos piensan igual, en un cafetería en la que se escuchaba una de las protestas el camarero comentaba: "Yo no quiero cerrar". En una mesa cercana, dos amigas hablaban y una decía: "¿Cómo le explico a mi hija de seis años el motivo de la huelga?". "Mañana nadie a clase", decían unos momentos más tarde dos universitarias con esteladas por el Raval.
Universitat se ha convertido precisamente en uno de los puntos calientes de la ciudad. Este 2-O ha sido escenario de movilizaciones, y centenares de sus participantes se han desplazado luego a la plaza Catalunya al mediodía. Allí han gritado especialmente durante los directos de las televisiones al mediodía. "Prensa española manipuladora", ha sido uno de los gritos preferidos.
"Vergonya", es otra de las palabras que más se escuchaba por parte de los ciudadanos. Las imágenes han calado entre los vecinos. Se pasan fotos, ven los vídeos de cargas en sus móviles en la calle. Esas imágenes provocaron que muchos fueran a votar, y hoy nadie las consigue digerir bien. "La culpa la tiene también Pedro Sánchez, es un títere", comentaba una de las congregadas en la plaza de Sant Jaume, donde ha aparecido por sorpresa a las doce Carles Puigdemont para mostrar junto a los ciudadanos su rechazo a la actuación policial.
SENTIMIENTOS, SENTIMIENTOS, SENTIMIENTOS
Sentimientos también de tristeza al recordar lo de ayer y lo que vendrá también. Eso pasa mucho entre los votantes socialistas. Como confesaba una: "Estamos fatal, estamos en tierra de nadie, es muy difícil la situación".
Este lunes 'prehuelga' se ha calentado por la tarde en la Via Laietana. Allí está la Jefatura Superior de la Policía, y en la puerta había agentes. Hasta allí se han acercado varios centenares de personas que han permanecido toda la tarde, con gritos como "fuera las fuerzas de ocupación", "asesinos", "esto pasaba con Franco". Los Mossos han acordonado la zona, ellos han recibido aplausos y gritos de "esta es nuestra policía". Han sonado Els Segadors y L'Estaca. "Els carrera seran siempre nostres", se ha gritado.
Lo que se percibe de las conversaciones con los que apoyan la independencia es que hay dos mundos paralelos, con una visión del resto de España vinculada a La Moncloa, de enfado con la Administración central, con la sensación de que se se les ha abandonado durante años, de rechazo absoluto a Mariano Rajoy.
La digestión del 1-O es dificultosa, casi imposible hoy en Barcelona, y muchos no la han podido hacer ante los nervios por los trepidantes días que vienen. Todavía falta por llegar todo el "mambo" que anunció la CUP. Y dormir cuesta mucho más (no solo por el ruido de los helicópteros).