Marruecos empieza a prohibir la venta del burka
Las autoridades marroquíes han empezado a prohibir en las últimas horas la fabricación y la venta del burka, prenda que cubre todo el cuerpo y que los islamistas más radicales imponen habitualmente a las mujeres, según informan medios locales.
La prohibición no se ha hecho pública y el Ministerio del Interior, contactado por Efe, se ha negado a comentar la noticia, aunque algunos medios han divulgado incluso una copia de la circular, en concreto la distribuida a los comerciantes de Tarudant (sur del país).
El oficialista portal le360.ma ha indicado que un caid, representante del departamento de Interior en los municipios, ha pedido este martes verbalmente a los fabricantes de ese velo integral en el barrio de Habus, en Casablanca, que cesen sus actividades. Un comerciante ha explicado al portal que la decisión ministerial se debe a razones de seguridad, ya que delincuentes han llegado a utilizar esa prenda, que se vende por alrededor de 60 dirhams (5 euros), para perpetrar sus crímenes.
Según la fuente, esa medida será aplicada en todo el país y las autoridades la han comentado a los sastres y vendedores de forma verbal, como en Casablanca y Tánger, aunque en Tarudant lo hicieron ayer por escrito.
LAS AUTORIDADES CONFISCARÁN EL PRODUCTO
El Ministerio de Interior advirtió a los fabricantes en Tarudant de que, en caso de que no retiren de sus almacenes esas prendas en las próximas 48 horas, las autoridades confiscarán el producto, como reza la circular oficial.
En Tánger, fuentes de seguridad contactadas por Efe han confirmado indirectamente la noticia con el argumento de que son prendas ajenas a la tradición marroquí y es una moda importada del oriente musulmán (Afganistán y Pakistán).
La prohibición parece afectar por el momento a la comercialización y fabricación, sin que quede claro si se extenderá a su uso.
En principio, la prohibición no incluye el nicab, el velo integral de color negro utilizado en el golfo Pérsico y que deja al descubierto los ojos de la mujer.
